Ya por los años de 1974, los dirigentes Sindicales en Santander, del Sindicato de Trabajadores de la Central Hidroeléctrica del Río Hilebrija, SINTRAHILEBRIJA, tenían suficientemente claro, que el Sindicalismo de Industria era la alternativa organizativa y política de los trabajadores colombianos, frente a la unidad de los empleadores y la respuesta a la caducidad, que ya presentaban los sindicatos de empresa o de base.
NACE SINTRAELECOL
SINTRAELECOL nace del análisis y de los acuerdos suscritos entre los sindicatos de Centrales Eléctricas de Norte Santander, Sintrahilebrija y trabajadores de la Empresa de Energía de Chiquinquirá y de Interconexión del Nordeste.
Aquí debo reconocer, a quien con profunda visión futura, supo concitar a trabajadores de Santander, Norte de Santander y Boyacá, para fundar el 5 de Enero de 1975 a las 9:00 A.M., en la carrera 16 No. 22 - 25 de Bucaramanga, el Sindicato de Trabajadores de la Electricidad de Colombia, SINTRAELECOL, al que se le otorgaría la
Personería jurídica, mediante resolución No. 1983, el 3 de julio de 1975.
JUAN BAUTISTA ALVARADO, no aparece en la lista de los 33 fundadores, pero es sin duda alguna el protagonista indiscutible del mayor éxito histórico que hoy tenemos los trabajadores del sector Eléctrico, que es Sintraelecol y que afortunadamente se constituye en una de las organizaciones sindicales más importantes de Colombia.
Fue así, como liderados por Juan Alvarado y con las precauciones pertinentes y el sigilo que exigía la reunión para fundar la organización de industria, se logró desarrollar el evento con trabajadores de tres empresas, dando nacimiento al Sindicato de Industria que se denominó SINTRAELECOL y tuvo como fundadores a los siguientes compañeros:
Por BUCARAMANGA: Carlos Pérez Villabona, Félix Hurtado Trujillo, Luis Jesús Vesga Rondón, Enrique Ramírez, Ciro A. Murillo, José Ángel Niño Rodríguez, Noe Manosalva Suárez, José Iván Martínez, Cecilia García Durán, por BARRANCABERMEJA: Rafael Rodríguez V., Luis F. Pico A., Julio Cesar Díaz, Jorge Garnica Rueda, por BARBOSA: Joaquín Torres Rueda, Carlos Martínez, por TERMOBARRANCA: Edgar Bedoya Madrigal, por INTERCONEXION DEL NORDESTE: Pedro Antonio Soler, Alfredo Ruiz, Heriberto Sarmiento, Antonio Jiménez, Luis Granda, Ernesto Bayona, Bernardo Ramírez, Samuel Cifuentes, José Carreño, Camilo Sierra, Manuel E. Arciniegas, por CENTRALES ELECTRICAS DEL NORTE DE SANTANDER: Jorge Enrique Gallador, Teodoro Ramírez Jurado, Alirio Alfonso Contreras, Juan Rey, por ENERGIA ELECTRICA DE CHIQUINQUIRA: Ciervo Tulio Delgado, Ángel Eduardo Domínguez.
A DEMOSTRAR LAS BONDADES DE LA UNIDAD
Una vez creado Sintraelecol, viene la etapa más difícil, que consistió en demostrar las bondades de la unidad y las garantías del sindicalismo de industria. Estos dos propósitos aparentemente resultan muy fáciles de difundir, pero por aquellos años el sindicalismo estaba demasiado "ideologizado" y no era comprensible el que en un sindicato primara el pluralismo, es decir, que coexistieran trabajadores liberales, conservadores, comunistas y demás. Era requisito casi si ne qua non para ser directivo sindical, estar al margen de los partidos tradicionales.
Fue la época en que el sindicalismo era "correa de transmisión" de los partidos o movimientos políticos de izquierda y donde se aplicaban expresamente en el sindicato, las orientaciones que se dieran partidariamente.
Estas y otras dificultades hicieron pensar a muchos compañeros que era una utopía alcanzar nuestro objetivo y por tanto, el escepticismo estuvo al orden del día.
Fueron años difíciles por cierto, pero algunos dirigentes con optimismo y fe de carbonero, me acompañaron en este propósito y logramos mancomunadamente superar los obstáculos, que cada día parecían insalvables.
Juan Alvarado, Gilberto Gamboa, José Ángel Amador, Reynaldo Gómez, Gerardo Rodríguez, Edgar Bedoya, Salomón Palacios, Álvaro Franco, Álvaro Cortés, José Iván Martínez, Eliceo Rodríguez, Manuel Sandoval, Carlos José Lara, Luis Alfredo Amaya, Gilberio Pardo, Pedro Ramírez, Edisson Gamez, Luis Gutiérrez, Edgar Manuel Ramírez, Hugo Sánchez, Franklin Legro, Orlando Ferruscho, Francisco Pérez, Francisco Gómez, Ramón Mojica, Isaías Torres, González Jiménez, Freddy Leal, León Martínez, Jorge Ortiz, Benjamín Sierra, Cesar Romero y Miguel Flórez, son los dirigentes, entre muchos otros, los que contribuyeron positivamente a materializar el sueño, después de soportar arduas discusiones "ideológicas", en las que debatíamos, hasta cómo administraríamos el estado cuando no lo tomáramos, y en agotadoras jornadas donde el sectarismo más craso era la nota predominante, convertíamos algunos encuentros del sector eléctrico en disputas que sobrepasaban el tinte ideológico y llegaban a la agresión verbal.
Afortunadamente nuestros cuadros sindicales nunca cayeron en la provocación y a cambio de discursos presentábamos propuestas escritas, que nos fueron diferenciando y ganando cada día en nuestro accionar.
ITINERARIO HACIA EL FORTALECIMIENTO
Nacido SINTRAELECOL, empezamos el itinerario de los encuentros del sector eléctrico, encaminados hacia el fortalecimiento de nuestro sindicato. El primero fue en Manizales del 6 al 8 de Junio de 1975; luego en Bucaramanga del 7 al 11 de noviembre de 1975, ya Sintraelecol con personería Jurídica; siguió Ibagué del 25 al 28 de noviembre de 1977, Bucaramanga convocó el 13 y 14 de octubre de 1978 y repitió del 10 al 12 de mayo de 1979; Cali lo hizo el 16 y 17 de mayo de 1980 y del 8 al 12 de octubre del mismo año; de nuevo Ibagué realizó un encuentro del 8 al 21 de julio de 1981 y Barrancabermeja del 22 al 25 de Agosto de 1981; Cúcuta estuvo presente del 9 al 11 de octubre de 1981; Manizales una vez más lo realizó del 3 al 5 de septiembre de 1982; Bogotá lo hizo del 13 y 14 de agosto de 1983, también 15 y 16 de septiembre de 1984; Bucaramanga del 14 al 16 de febrero de 1985; Ibagué el 8 y 9 de marzo de 1985 y Bucaramanga finalizó este recorrido del 12 al 15 de febrero de 1986, evento en el que prácticamente se concretó el proceso unitario y se convocó a la Asamblea Nacional de Delegados del 5 al 8 de Agosto de 1987, fecha que partió en dos la historia de Sintraelecol y empezó la segunda etapa.
No sobra advertir que en el Sexto Encuentro Eléctrico en Cali se creó una coordinadora eléctrica que dinamizó al máximo este proceso unitario.
Hasta aquí puedo decir que Sintraelecol representa para mí 12 años de lucha, para muchos incomprendida. Lo vi nacer y crecer; sin duda, su proceso de crecimiento tuvo tropiezos, pero salió adelante. Para ello, el apoyo económico y logístico de la Seccional Bucaramanga fue básico; sin él, Sintraelecol no hubiera pasado su período de prueba. Pero, aquellos años contaron con una obsesión casi demente por sacarlo avante, logrando rebasar las dificultades, las calumnias o infamias que los escépticos del proceso no vacilaban en poner.
A cambio de la unidad, entregamos el control total de Sintraelecol, limitándonos a la fiscalía; nos desafiliamos de Fenaltrase y trasladamos la sede principal para Bogotá, requisitos estos acordados, previo a la Asamblea Nacional de Delegados, para que todos los trabajadores del sector eléctrico, se nuclearan en torno a Sintraelecol.
SE INICIA LA SEGUNDA ETAPA
El trabajo que hicimos a lo largo y ancho de la geografía nacional, fue tan intenso y tan fructífero y la influencia de Sintraelecol en todas las bases del sector eléctrico tan arrolladora, que presionó a algunos dirigentes, vacilantes del proceso, a la unidad al rededor de Sintraelecol, so pena de ser inferiores a la exigencia de los trabajadores.
A esta altura, Sintraelecol por sí solo crecía y ganaba nuevos y buenos defensores, entre los que recuerdo: Luis Eduardo Castellanos, Fany Zafra, Nelson Carlos González, Máxine Polo, Jorge Forero, Ernestina Mahecha, Lucia Lozano,Miryam Ovando, Aura Cecilia Arciniegas, Jesús Romero, Wilson Rincón, Miguel Caicedo, Alex Iván Ortiz, Antonio José Caicedo, José Luis Guevara, Eloy Montiel, Benigno Rincón, Jorge Freja, Miguel Ortega, Giovani Cardozo, Rubén Castro, Jorge Rivera, Gerónimo Mestra, Pedro Tordecilla, Antonio Acosta, Gaspar Gúzman, Nohora Santos, Luis Gonzaga, Martín Contreras, Hiro Stalin Narvaez, Omar Garzon, Diogenes Lozano y Javier Cano.
Fue así como llevamos a cabo una Asamblea Nacional de Delegados del 23 al 26 de Abril de 1986, que sobrepasó el marco geográfico de los Santanderes, Boyacá, César y Nariño. Su Junta Directiva se fortaleció por primera vez, con la presencia de delegados de Atlántico, Sucre, Bolívar, Córdoba, Caldas, Valle, Tolima, Cundinamarca y Huila.
Era tal la dinámica que el 10 de julio de 1987, presenté el pliego a Corelca, en medio del entusiasmo de los trabajadores y de la resistencia de no poco dirigentes, que veían este pliego como un error. Es bueno señalar, que de tiempo atrás los compañeros León Martínez, Alberto Giraldo, José Medrano y Julio Carrascal, se habían encargado de difundir y concientizar a los trabajadores sobre lo que significaba el sindicalismo de industria, razón por la cual Sintraelecol y el pliego a Corelca cundió con tanto arraigo popular.
PERDIMOS LA PERSONERIA JURIDICA
Vino entonces la exitosa Asamblea Nacional de Delegados, realizada en Bogota del 4 al 8 de agosto de 1987, que centralizo definitivamente a los trabajadores del sector eléctrico, llenándonos de ánimo y motivación. Pasamos de 1800 a 10.000 afiliados, hecho que deslumbró a muchos sindicalistas, llevándolos a cometer todo tipo de exageraciones y con motivo de algunos sucesos acaecidos, producto del paro cívico del 27 de octubre de 1987, se suspendió la Personería Jurídica de Sintraelecol, generando un caos organizativo a nuestro interior, que puso en peligro la unidad naciente que hacía no más de 90 días se había concretado.
Esta preocupante situación exigió que recurriéramos a enormes iniciativas que apuntaban a devolver la normalidad legal al Sindicato. Fue así como logramos realizar un evento nacional sindical en el auditorio del Ministerio de Minas y Energía, con la presencia del ministro del ramo, los gerentes de ICEL y Corelca, el presidente de la CUT, de UTRAMMICOL y por supuesto de un grupo de dirigentes sindicales de Sintraelecol que pasaba de 80.
En este certamen levantamos un acta en la que el gobierno reconoció que nuestra participación en el paro cívico se dio dentro de los parámetros que la constitución nos permitía para la protesta ciudadana y además dimos los primeros pasos para la negociación nacional, ya que definimos que Sintraelecol se entendería con Corelca para encontrar soluciones relacionadas con la problemática que tuvieran los trabajadores de la Costa y con ICEL, lo correspondiente al interior del país.
Esta acta fue un verdadero éxito, que contribuyó en gran medida a la solución positiva de los múltiples procesos que se adelantaban contra los dirigentes y trabajadores despedidos y algunos retenidos con motivo del paro cívico y la suspensión de la Personería Jurídica. También debo afirmar que fue un bastión indudable en la recuperación de la personería jurídica de Sintraelecol.
DIFICULTADES PARA ACOMPASAR EL RITMO
Pese al restablecimiento de la personería jurídica, Sintraelecol permanecía resentido organizativamente. Benigno Rincón y Alberto Giraldo, Presidente y Secretario General respectivamente hacían ingentes esfuerzos por acompasar de nuevo el ritmo de Sintraelecol con el que traía y al que imponía el veloz fluir de los acontecimientos. Fue este momento el que me motivó el primero de noviembre de 1988 a dirigirles una carta en la que entre otras cosas afirmé:
"Retomando los hilos de mi preocupación sobre lo que domino la desdibujación o desencause de Sintraelecol llamo la atención sobre los siguientes aspectos.
Cuando hablé de "organizar la unidad", lo hice con el propósito de encarar esta tarea con mucha responsabilidad, ya que para el actual periodo se torna básico.
Debemos iniciar en cada departamento, reuniones con los delegados y Juntas Directivas seccionales, a fin de adecuar un plan objetivo y corregir las fallas organizativas.
Hay que evitar que Sintraelecol se convierta en una organización exclusivamente electoral; es decir, un sindicato de los elegidos para quienes la política no es política, no es optar ni es cambiar, sino que es administrar el consenso rutinario. Además, el incumplimiento del programa o plan del gobierno, está demostrando que infortunadamente, los elegidos representan más su fuerza política y a sus electores, que a sus afiliados o trabajadores, perjudicando enormemente al socio, al trabajador y a la propia organización sindical.
Esta situación debe enmendarse rápido evaluando periódicamente el plan y recorriendo constantemente al plebiscito, referéndum o consulta, para que no solo nuestros afiliados, sino también los trabajadores, opinen sobre aspectos de interés general y hagamos de ellos actores protagónicos de nuestro accionar.
En este sentido retomemos los criterios organizativos y políticos Analizados para la presentación del Pliego Nacional.
En aquella oportunidad dijimos que debíamos ir de la periferia al centro y que no podíamos cometer el error de presentar el pliego en frío. Sin embargo, poco se ha hecho en dicha óptica.
El contenido del pliego amerita, obligatoriamente, la reactivación de las tareas acordadas, como premisa indispensable para garantizar el éxito del mismo.
Por lo tanto, los encuentros fronterizos de unidad en Panamá, Perú, Ecuador, Venezuela y Brasil, son perentorios; la reunión en México con las asociaciones sindicales de América Latina, para lograr el Pliego Único a presentar en cada país, es decisiva; el encuentro mundial con los sindicatos del sector energético a realizarse en Bogotá, con la presencia de la OIT, es trascendental; las reuniones con los directorios de todos los partidos políticos, gremios, organizaciones de masas y comunidades religiosas, para dialogar sobre el contenido del pliego, son necesarias; los paneles de discusión sobre las necesidades eléctricas de los 1009 municipios colombianos, deben adelantarse con los Alcaldes y Concejales, a fin de elaborar planes de desarrollo locales, para unirlos en un plan departamental y definir una propuesta nacional, esto es básico; pero para la dinamización de este plan, las seccionales tienen la obligación de cumplir. Sólo eso cumplir.
Anexo a lo anterior, realizaremos las llamadas "cartas técnicas" y haremos foros de cara a las empresas sobre nuestras propuestas en materia técnica, laboral y administrativa. Necesitamos demostrar que somos un sindicato interesado en el bienestar de los trabajadores, de las empresas y de la República. Hasta ahora sólo Santander, Norte de Santander, Nariño y Tolima, han elaborado las cartas en referencia.
En materia de propaganda estamos fallando enormemente y ustedes saben que el nivel organizativo de una entidad se mide, sobre los medios de comunicación que mantengan la constante y oportuna información a los asociados.
Y que decir de la educación. Determinante en nuestra obra, pero olvidada en nuestra acción. Desde hace meses se les pasó a todas las secciónales un proyecto para su análisis y discusión, sin que hasta la presente hayamos tenido respuesta alguna.
Otra historia es el manejo de las diferentes secretarías establecidas, que brillan por su incompetencia e iniciativa. Lógicamente que la falta de recursos humanos y las dificultades financieras han contribuido para que SINTRAELECOL, no se haya apersonado eficientemente de su labor, pero no podemos justificar su pérdida de protagonismo bajo ninguna circunstancia.
COMO SURGIO EL PLIEGO UNICO
Como podrán notarlo, al tiempo que victoreamos la unidad en torno a Sintraelecol, ya pensábamos desde antes de alcanzarla, que sólo la unidad no bastaba para definirnos como Sindicato de Industria, sino que era indispensable el Pliego Único Nacional como la herramienta que nos daría la personalidad real de Sindicato de Industria.
Así surgió la presentación del primer Pliego Único, que empezaba con el no pago de la deuda externa, la nacionalización de los recursos naturales, la estabilidad plena y absoluta entre otros puntos.
El contenido de este pliego reflejó nuestra insensatez, al pretender trasladar las plataformas político-partidarias al sindicato, lo que nos alejó del sentimiento inmediato de los afiliados que no se sentían representados en sus aspiraciones. Este Pliego fue archivado por el gobierno de Julio Cesar Turbay.
Vino luego el segundo, al gobierno de Belisario Betancourt, quien ordenó a su Secretario General, Víctor G. Ricardo concedernos una audiencia. Ahí paro todo.
El tercer pliego fue al Presidente Virgilio Barco, el que también fue engavetado.
El cuarto se presentó en el gobierno de Cesar Gaviria al Ministro de Minas, Dr. Luis Fernando Vergara Munárriz, en un momento de aplicación del modelo neoliberal, que trae consigo la deslaborización y el que concibe el problema laboral sólo como un factor económico y una variable necesaria de su programa.
Este pliego fue devuelto a los 10 minutos de presentado, pero la sólida e incontrovertible posición jurídica, acompañada por una diaria labor diplomática y una constante movilización, hicieron posible, por primera vez en la historia del sector eléctrico, discutir el pliego presentado.
Aquí es necesario referir que el avance logrado en el cuarto pliego único, no hubiera sido posible sin la decisión que tomó SINTRAENERGIA BOGOTA y la participación de sus bases en las tareas programadas; por eso, la historia registrará que Sintraelecol abrió el camino de la negociación nacional por rama específica, pero que Sintraenergía Bogotá fue indispensable para ello.
La Coyuntura histórica en que se desarrolló este pliego único, se caracterizó por la implementación del capitalismo salvaje, en concordancia con el modelo neoliberal del presidente Gaviria y en aplicación de los ordenamientos de la banca multilateral, lo que de por sí evidencia las enormes dificultades para la negociación, en razón a que el pliego Único está en contravía de dicha política.
Caracterizado el momento histórico, se entendió la urgencia de la preparación de las bases, motivo por el que definimos como consigna central, "la movilización consciente de nuestros afiliados". fue así como elaboramos tres folletos de formación. El primero, sobre los beneficios sociales del pliego; el segundo, cómo organizar las ligas de usuarios y el tercero, la sustentación técnica y jurídica del pliego.
Estas herramientas de trabajo crearon la conciencia necesaria para que los trabajadores participaran masivamente en las tomas que se hicieron del ICEL y del Ministerio del Trabajo, las marchas de antorchas, las jornadas de brazos caídos, las manifestaciones públicas, y las acciones internacionales en los puentes de Rumichaca, en la frontera Ecuatoriana; Simón Bolívar, en la Frontera Venezolana y el Pumarejo en Barranquilla. Podemos decir entonces, que si algo caracterizó el cuarto pliego único nacional fue la movilización, que siempre estuvo presente para la concertación.
Este pliego fue exitoso y generó un importante acumulado histórico que es la base sustancial para que el Quinto Pliego Único Nacional, fuera sencillamente extraordinario, porque los objetivos propuestos se alcanzaron.
SOMOS DE VERDAD SINDICATO DE INDUSTRIA
Debo recordar que algunos compañeros y dirigentes no entendieron y minimizaron el acuerdo anterior, además trataron de influir para que en el año de 1993, regresáramos a los Pliegos por empresa, creando en la base una apatía hacia el Pliego Único asociándolo con ausencia de condiciones y atemorizando a los trabajadores con la penalización de la acción social.
Afortunadamente la directiva nacional de SINTRAELECOL con convicción demostró su influencia en la base y logró aprobar el Quinto Pliego Único, para consolidar el sindicalismo de industria e impedir la presentación de los contra pliegos, que ya tenían preparados los empleadores.
Aquí es bueno informar que a los escépticos se le unieron algunos empresarios, que en coro coincidían en impedir la negociación nacional rebuscando argumentos trasnochados.
En el Pliego anterior se nos dijo que estábamos plegados a la "legalidad burguesa" y ahora se nos dice que el "Pliego está por fuera de la legalidad jurídica y que perdimos el fuero circunstancial". Es decir, palo porque bogas y palo porque no bogas.
Lo cierto es que el Quinto Pliego es histórico, porque demostró la validez de SINTRAELECOL y señaló el camino de la contratación por rama de industria o sector específico. Además lo consolidó como el INTERLOCUTOR UNICO Y VALIDO DE LOS TRABAJADORES DEL SECTOR ELECTRICO.
SEGUIR CON EL LEGADO
En 1995, tiempo en el que celebramos 20 años de lucha, SINTRAELECOL no puede ser inferior al legado histórico de quienes lo crearon y de los que contribuimos a su éxito. Por tanto, el Pliego Único a presentar próximamente en medio de nuestra celebración, será un homenaje a quienes aportaron en la que fue una construcción colectiva y que hoy ejemplariza a los trabajadores colombianos.
Ahora con el acuerdo tripartito, producto del pacto social, se posibilita aún más, la negociación por rama de industria hecho este que obliga al conjunto del movimiento obrero a estar a la altura de SINTRAELECOL y a presentar sus pliegos únicos.
Cumplidos 20 años, empieza la tercera etapa de Sintraelecol en la que los dirigentes de hoy, no pueden ser inferiores ni al legado histórico, ni a los compromisos presentes, como tampoco a las dificultades que nos deparará el futuro.
NACE SINTRAELECOL
SINTRAELECOL nace del análisis y de los acuerdos suscritos entre los sindicatos de Centrales Eléctricas de Norte Santander, Sintrahilebrija y trabajadores de la Empresa de Energía de Chiquinquirá y de Interconexión del Nordeste.
Aquí debo reconocer, a quien con profunda visión futura, supo concitar a trabajadores de Santander, Norte de Santander y Boyacá, para fundar el 5 de Enero de 1975 a las 9:00 A.M., en la carrera 16 No. 22 - 25 de Bucaramanga, el Sindicato de Trabajadores de la Electricidad de Colombia, SINTRAELECOL, al que se le otorgaría la
Personería jurídica, mediante resolución No. 1983, el 3 de julio de 1975.
JUAN BAUTISTA ALVARADO, no aparece en la lista de los 33 fundadores, pero es sin duda alguna el protagonista indiscutible del mayor éxito histórico que hoy tenemos los trabajadores del sector Eléctrico, que es Sintraelecol y que afortunadamente se constituye en una de las organizaciones sindicales más importantes de Colombia.
Fue así, como liderados por Juan Alvarado y con las precauciones pertinentes y el sigilo que exigía la reunión para fundar la organización de industria, se logró desarrollar el evento con trabajadores de tres empresas, dando nacimiento al Sindicato de Industria que se denominó SINTRAELECOL y tuvo como fundadores a los siguientes compañeros:
Por BUCARAMANGA: Carlos Pérez Villabona, Félix Hurtado Trujillo, Luis Jesús Vesga Rondón, Enrique Ramírez, Ciro A. Murillo, José Ángel Niño Rodríguez, Noe Manosalva Suárez, José Iván Martínez, Cecilia García Durán, por BARRANCABERMEJA: Rafael Rodríguez V., Luis F. Pico A., Julio Cesar Díaz, Jorge Garnica Rueda, por BARBOSA: Joaquín Torres Rueda, Carlos Martínez, por TERMOBARRANCA: Edgar Bedoya Madrigal, por INTERCONEXION DEL NORDESTE: Pedro Antonio Soler, Alfredo Ruiz, Heriberto Sarmiento, Antonio Jiménez, Luis Granda, Ernesto Bayona, Bernardo Ramírez, Samuel Cifuentes, José Carreño, Camilo Sierra, Manuel E. Arciniegas, por CENTRALES ELECTRICAS DEL NORTE DE SANTANDER: Jorge Enrique Gallador, Teodoro Ramírez Jurado, Alirio Alfonso Contreras, Juan Rey, por ENERGIA ELECTRICA DE CHIQUINQUIRA: Ciervo Tulio Delgado, Ángel Eduardo Domínguez.
A DEMOSTRAR LAS BONDADES DE LA UNIDAD
Una vez creado Sintraelecol, viene la etapa más difícil, que consistió en demostrar las bondades de la unidad y las garantías del sindicalismo de industria. Estos dos propósitos aparentemente resultan muy fáciles de difundir, pero por aquellos años el sindicalismo estaba demasiado "ideologizado" y no era comprensible el que en un sindicato primara el pluralismo, es decir, que coexistieran trabajadores liberales, conservadores, comunistas y demás. Era requisito casi si ne qua non para ser directivo sindical, estar al margen de los partidos tradicionales.
Fue la época en que el sindicalismo era "correa de transmisión" de los partidos o movimientos políticos de izquierda y donde se aplicaban expresamente en el sindicato, las orientaciones que se dieran partidariamente.
Estas y otras dificultades hicieron pensar a muchos compañeros que era una utopía alcanzar nuestro objetivo y por tanto, el escepticismo estuvo al orden del día.
Fueron años difíciles por cierto, pero algunos dirigentes con optimismo y fe de carbonero, me acompañaron en este propósito y logramos mancomunadamente superar los obstáculos, que cada día parecían insalvables.
Juan Alvarado, Gilberto Gamboa, José Ángel Amador, Reynaldo Gómez, Gerardo Rodríguez, Edgar Bedoya, Salomón Palacios, Álvaro Franco, Álvaro Cortés, José Iván Martínez, Eliceo Rodríguez, Manuel Sandoval, Carlos José Lara, Luis Alfredo Amaya, Gilberio Pardo, Pedro Ramírez, Edisson Gamez, Luis Gutiérrez, Edgar Manuel Ramírez, Hugo Sánchez, Franklin Legro, Orlando Ferruscho, Francisco Pérez, Francisco Gómez, Ramón Mojica, Isaías Torres, González Jiménez, Freddy Leal, León Martínez, Jorge Ortiz, Benjamín Sierra, Cesar Romero y Miguel Flórez, son los dirigentes, entre muchos otros, los que contribuyeron positivamente a materializar el sueño, después de soportar arduas discusiones "ideológicas", en las que debatíamos, hasta cómo administraríamos el estado cuando no lo tomáramos, y en agotadoras jornadas donde el sectarismo más craso era la nota predominante, convertíamos algunos encuentros del sector eléctrico en disputas que sobrepasaban el tinte ideológico y llegaban a la agresión verbal.
Afortunadamente nuestros cuadros sindicales nunca cayeron en la provocación y a cambio de discursos presentábamos propuestas escritas, que nos fueron diferenciando y ganando cada día en nuestro accionar.
ITINERARIO HACIA EL FORTALECIMIENTO
Nacido SINTRAELECOL, empezamos el itinerario de los encuentros del sector eléctrico, encaminados hacia el fortalecimiento de nuestro sindicato. El primero fue en Manizales del 6 al 8 de Junio de 1975; luego en Bucaramanga del 7 al 11 de noviembre de 1975, ya Sintraelecol con personería Jurídica; siguió Ibagué del 25 al 28 de noviembre de 1977, Bucaramanga convocó el 13 y 14 de octubre de 1978 y repitió del 10 al 12 de mayo de 1979; Cali lo hizo el 16 y 17 de mayo de 1980 y del 8 al 12 de octubre del mismo año; de nuevo Ibagué realizó un encuentro del 8 al 21 de julio de 1981 y Barrancabermeja del 22 al 25 de Agosto de 1981; Cúcuta estuvo presente del 9 al 11 de octubre de 1981; Manizales una vez más lo realizó del 3 al 5 de septiembre de 1982; Bogotá lo hizo del 13 y 14 de agosto de 1983, también 15 y 16 de septiembre de 1984; Bucaramanga del 14 al 16 de febrero de 1985; Ibagué el 8 y 9 de marzo de 1985 y Bucaramanga finalizó este recorrido del 12 al 15 de febrero de 1986, evento en el que prácticamente se concretó el proceso unitario y se convocó a la Asamblea Nacional de Delegados del 5 al 8 de Agosto de 1987, fecha que partió en dos la historia de Sintraelecol y empezó la segunda etapa.
No sobra advertir que en el Sexto Encuentro Eléctrico en Cali se creó una coordinadora eléctrica que dinamizó al máximo este proceso unitario.
Hasta aquí puedo decir que Sintraelecol representa para mí 12 años de lucha, para muchos incomprendida. Lo vi nacer y crecer; sin duda, su proceso de crecimiento tuvo tropiezos, pero salió adelante. Para ello, el apoyo económico y logístico de la Seccional Bucaramanga fue básico; sin él, Sintraelecol no hubiera pasado su período de prueba. Pero, aquellos años contaron con una obsesión casi demente por sacarlo avante, logrando rebasar las dificultades, las calumnias o infamias que los escépticos del proceso no vacilaban en poner.
A cambio de la unidad, entregamos el control total de Sintraelecol, limitándonos a la fiscalía; nos desafiliamos de Fenaltrase y trasladamos la sede principal para Bogotá, requisitos estos acordados, previo a la Asamblea Nacional de Delegados, para que todos los trabajadores del sector eléctrico, se nuclearan en torno a Sintraelecol.
SE INICIA LA SEGUNDA ETAPA
El trabajo que hicimos a lo largo y ancho de la geografía nacional, fue tan intenso y tan fructífero y la influencia de Sintraelecol en todas las bases del sector eléctrico tan arrolladora, que presionó a algunos dirigentes, vacilantes del proceso, a la unidad al rededor de Sintraelecol, so pena de ser inferiores a la exigencia de los trabajadores.
A esta altura, Sintraelecol por sí solo crecía y ganaba nuevos y buenos defensores, entre los que recuerdo: Luis Eduardo Castellanos, Fany Zafra, Nelson Carlos González, Máxine Polo, Jorge Forero, Ernestina Mahecha, Lucia Lozano,Miryam Ovando, Aura Cecilia Arciniegas, Jesús Romero, Wilson Rincón, Miguel Caicedo, Alex Iván Ortiz, Antonio José Caicedo, José Luis Guevara, Eloy Montiel, Benigno Rincón, Jorge Freja, Miguel Ortega, Giovani Cardozo, Rubén Castro, Jorge Rivera, Gerónimo Mestra, Pedro Tordecilla, Antonio Acosta, Gaspar Gúzman, Nohora Santos, Luis Gonzaga, Martín Contreras, Hiro Stalin Narvaez, Omar Garzon, Diogenes Lozano y Javier Cano.
Fue así como llevamos a cabo una Asamblea Nacional de Delegados del 23 al 26 de Abril de 1986, que sobrepasó el marco geográfico de los Santanderes, Boyacá, César y Nariño. Su Junta Directiva se fortaleció por primera vez, con la presencia de delegados de Atlántico, Sucre, Bolívar, Córdoba, Caldas, Valle, Tolima, Cundinamarca y Huila.
Era tal la dinámica que el 10 de julio de 1987, presenté el pliego a Corelca, en medio del entusiasmo de los trabajadores y de la resistencia de no poco dirigentes, que veían este pliego como un error. Es bueno señalar, que de tiempo atrás los compañeros León Martínez, Alberto Giraldo, José Medrano y Julio Carrascal, se habían encargado de difundir y concientizar a los trabajadores sobre lo que significaba el sindicalismo de industria, razón por la cual Sintraelecol y el pliego a Corelca cundió con tanto arraigo popular.
PERDIMOS LA PERSONERIA JURIDICA
Vino entonces la exitosa Asamblea Nacional de Delegados, realizada en Bogota del 4 al 8 de agosto de 1987, que centralizo definitivamente a los trabajadores del sector eléctrico, llenándonos de ánimo y motivación. Pasamos de 1800 a 10.000 afiliados, hecho que deslumbró a muchos sindicalistas, llevándolos a cometer todo tipo de exageraciones y con motivo de algunos sucesos acaecidos, producto del paro cívico del 27 de octubre de 1987, se suspendió la Personería Jurídica de Sintraelecol, generando un caos organizativo a nuestro interior, que puso en peligro la unidad naciente que hacía no más de 90 días se había concretado.
Esta preocupante situación exigió que recurriéramos a enormes iniciativas que apuntaban a devolver la normalidad legal al Sindicato. Fue así como logramos realizar un evento nacional sindical en el auditorio del Ministerio de Minas y Energía, con la presencia del ministro del ramo, los gerentes de ICEL y Corelca, el presidente de la CUT, de UTRAMMICOL y por supuesto de un grupo de dirigentes sindicales de Sintraelecol que pasaba de 80.
En este certamen levantamos un acta en la que el gobierno reconoció que nuestra participación en el paro cívico se dio dentro de los parámetros que la constitución nos permitía para la protesta ciudadana y además dimos los primeros pasos para la negociación nacional, ya que definimos que Sintraelecol se entendería con Corelca para encontrar soluciones relacionadas con la problemática que tuvieran los trabajadores de la Costa y con ICEL, lo correspondiente al interior del país.
Esta acta fue un verdadero éxito, que contribuyó en gran medida a la solución positiva de los múltiples procesos que se adelantaban contra los dirigentes y trabajadores despedidos y algunos retenidos con motivo del paro cívico y la suspensión de la Personería Jurídica. También debo afirmar que fue un bastión indudable en la recuperación de la personería jurídica de Sintraelecol.
DIFICULTADES PARA ACOMPASAR EL RITMO
Pese al restablecimiento de la personería jurídica, Sintraelecol permanecía resentido organizativamente. Benigno Rincón y Alberto Giraldo, Presidente y Secretario General respectivamente hacían ingentes esfuerzos por acompasar de nuevo el ritmo de Sintraelecol con el que traía y al que imponía el veloz fluir de los acontecimientos. Fue este momento el que me motivó el primero de noviembre de 1988 a dirigirles una carta en la que entre otras cosas afirmé:
"Retomando los hilos de mi preocupación sobre lo que domino la desdibujación o desencause de Sintraelecol llamo la atención sobre los siguientes aspectos.
Cuando hablé de "organizar la unidad", lo hice con el propósito de encarar esta tarea con mucha responsabilidad, ya que para el actual periodo se torna básico.
Debemos iniciar en cada departamento, reuniones con los delegados y Juntas Directivas seccionales, a fin de adecuar un plan objetivo y corregir las fallas organizativas.
Hay que evitar que Sintraelecol se convierta en una organización exclusivamente electoral; es decir, un sindicato de los elegidos para quienes la política no es política, no es optar ni es cambiar, sino que es administrar el consenso rutinario. Además, el incumplimiento del programa o plan del gobierno, está demostrando que infortunadamente, los elegidos representan más su fuerza política y a sus electores, que a sus afiliados o trabajadores, perjudicando enormemente al socio, al trabajador y a la propia organización sindical.
Esta situación debe enmendarse rápido evaluando periódicamente el plan y recorriendo constantemente al plebiscito, referéndum o consulta, para que no solo nuestros afiliados, sino también los trabajadores, opinen sobre aspectos de interés general y hagamos de ellos actores protagónicos de nuestro accionar.
En este sentido retomemos los criterios organizativos y políticos Analizados para la presentación del Pliego Nacional.
En aquella oportunidad dijimos que debíamos ir de la periferia al centro y que no podíamos cometer el error de presentar el pliego en frío. Sin embargo, poco se ha hecho en dicha óptica.
El contenido del pliego amerita, obligatoriamente, la reactivación de las tareas acordadas, como premisa indispensable para garantizar el éxito del mismo.
Por lo tanto, los encuentros fronterizos de unidad en Panamá, Perú, Ecuador, Venezuela y Brasil, son perentorios; la reunión en México con las asociaciones sindicales de América Latina, para lograr el Pliego Único a presentar en cada país, es decisiva; el encuentro mundial con los sindicatos del sector energético a realizarse en Bogotá, con la presencia de la OIT, es trascendental; las reuniones con los directorios de todos los partidos políticos, gremios, organizaciones de masas y comunidades religiosas, para dialogar sobre el contenido del pliego, son necesarias; los paneles de discusión sobre las necesidades eléctricas de los 1009 municipios colombianos, deben adelantarse con los Alcaldes y Concejales, a fin de elaborar planes de desarrollo locales, para unirlos en un plan departamental y definir una propuesta nacional, esto es básico; pero para la dinamización de este plan, las seccionales tienen la obligación de cumplir. Sólo eso cumplir.
Anexo a lo anterior, realizaremos las llamadas "cartas técnicas" y haremos foros de cara a las empresas sobre nuestras propuestas en materia técnica, laboral y administrativa. Necesitamos demostrar que somos un sindicato interesado en el bienestar de los trabajadores, de las empresas y de la República. Hasta ahora sólo Santander, Norte de Santander, Nariño y Tolima, han elaborado las cartas en referencia.
En materia de propaganda estamos fallando enormemente y ustedes saben que el nivel organizativo de una entidad se mide, sobre los medios de comunicación que mantengan la constante y oportuna información a los asociados.
Y que decir de la educación. Determinante en nuestra obra, pero olvidada en nuestra acción. Desde hace meses se les pasó a todas las secciónales un proyecto para su análisis y discusión, sin que hasta la presente hayamos tenido respuesta alguna.
Otra historia es el manejo de las diferentes secretarías establecidas, que brillan por su incompetencia e iniciativa. Lógicamente que la falta de recursos humanos y las dificultades financieras han contribuido para que SINTRAELECOL, no se haya apersonado eficientemente de su labor, pero no podemos justificar su pérdida de protagonismo bajo ninguna circunstancia.
COMO SURGIO EL PLIEGO UNICO
Como podrán notarlo, al tiempo que victoreamos la unidad en torno a Sintraelecol, ya pensábamos desde antes de alcanzarla, que sólo la unidad no bastaba para definirnos como Sindicato de Industria, sino que era indispensable el Pliego Único Nacional como la herramienta que nos daría la personalidad real de Sindicato de Industria.
Así surgió la presentación del primer Pliego Único, que empezaba con el no pago de la deuda externa, la nacionalización de los recursos naturales, la estabilidad plena y absoluta entre otros puntos.
El contenido de este pliego reflejó nuestra insensatez, al pretender trasladar las plataformas político-partidarias al sindicato, lo que nos alejó del sentimiento inmediato de los afiliados que no se sentían representados en sus aspiraciones. Este Pliego fue archivado por el gobierno de Julio Cesar Turbay.
Vino luego el segundo, al gobierno de Belisario Betancourt, quien ordenó a su Secretario General, Víctor G. Ricardo concedernos una audiencia. Ahí paro todo.
El tercer pliego fue al Presidente Virgilio Barco, el que también fue engavetado.
El cuarto se presentó en el gobierno de Cesar Gaviria al Ministro de Minas, Dr. Luis Fernando Vergara Munárriz, en un momento de aplicación del modelo neoliberal, que trae consigo la deslaborización y el que concibe el problema laboral sólo como un factor económico y una variable necesaria de su programa.
Este pliego fue devuelto a los 10 minutos de presentado, pero la sólida e incontrovertible posición jurídica, acompañada por una diaria labor diplomática y una constante movilización, hicieron posible, por primera vez en la historia del sector eléctrico, discutir el pliego presentado.
Aquí es necesario referir que el avance logrado en el cuarto pliego único, no hubiera sido posible sin la decisión que tomó SINTRAENERGIA BOGOTA y la participación de sus bases en las tareas programadas; por eso, la historia registrará que Sintraelecol abrió el camino de la negociación nacional por rama específica, pero que Sintraenergía Bogotá fue indispensable para ello.
La Coyuntura histórica en que se desarrolló este pliego único, se caracterizó por la implementación del capitalismo salvaje, en concordancia con el modelo neoliberal del presidente Gaviria y en aplicación de los ordenamientos de la banca multilateral, lo que de por sí evidencia las enormes dificultades para la negociación, en razón a que el pliego Único está en contravía de dicha política.
Caracterizado el momento histórico, se entendió la urgencia de la preparación de las bases, motivo por el que definimos como consigna central, "la movilización consciente de nuestros afiliados". fue así como elaboramos tres folletos de formación. El primero, sobre los beneficios sociales del pliego; el segundo, cómo organizar las ligas de usuarios y el tercero, la sustentación técnica y jurídica del pliego.
Estas herramientas de trabajo crearon la conciencia necesaria para que los trabajadores participaran masivamente en las tomas que se hicieron del ICEL y del Ministerio del Trabajo, las marchas de antorchas, las jornadas de brazos caídos, las manifestaciones públicas, y las acciones internacionales en los puentes de Rumichaca, en la frontera Ecuatoriana; Simón Bolívar, en la Frontera Venezolana y el Pumarejo en Barranquilla. Podemos decir entonces, que si algo caracterizó el cuarto pliego único nacional fue la movilización, que siempre estuvo presente para la concertación.
Este pliego fue exitoso y generó un importante acumulado histórico que es la base sustancial para que el Quinto Pliego Único Nacional, fuera sencillamente extraordinario, porque los objetivos propuestos se alcanzaron.
SOMOS DE VERDAD SINDICATO DE INDUSTRIA
Debo recordar que algunos compañeros y dirigentes no entendieron y minimizaron el acuerdo anterior, además trataron de influir para que en el año de 1993, regresáramos a los Pliegos por empresa, creando en la base una apatía hacia el Pliego Único asociándolo con ausencia de condiciones y atemorizando a los trabajadores con la penalización de la acción social.
Afortunadamente la directiva nacional de SINTRAELECOL con convicción demostró su influencia en la base y logró aprobar el Quinto Pliego Único, para consolidar el sindicalismo de industria e impedir la presentación de los contra pliegos, que ya tenían preparados los empleadores.
Aquí es bueno informar que a los escépticos se le unieron algunos empresarios, que en coro coincidían en impedir la negociación nacional rebuscando argumentos trasnochados.
En el Pliego anterior se nos dijo que estábamos plegados a la "legalidad burguesa" y ahora se nos dice que el "Pliego está por fuera de la legalidad jurídica y que perdimos el fuero circunstancial". Es decir, palo porque bogas y palo porque no bogas.
Lo cierto es que el Quinto Pliego es histórico, porque demostró la validez de SINTRAELECOL y señaló el camino de la contratación por rama de industria o sector específico. Además lo consolidó como el INTERLOCUTOR UNICO Y VALIDO DE LOS TRABAJADORES DEL SECTOR ELECTRICO.
SEGUIR CON EL LEGADO
En 1995, tiempo en el que celebramos 20 años de lucha, SINTRAELECOL no puede ser inferior al legado histórico de quienes lo crearon y de los que contribuimos a su éxito. Por tanto, el Pliego Único a presentar próximamente en medio de nuestra celebración, será un homenaje a quienes aportaron en la que fue una construcción colectiva y que hoy ejemplariza a los trabajadores colombianos.
Ahora con el acuerdo tripartito, producto del pacto social, se posibilita aún más, la negociación por rama de industria hecho este que obliga al conjunto del movimiento obrero a estar a la altura de SINTRAELECOL y a presentar sus pliegos únicos.
Cumplidos 20 años, empieza la tercera etapa de Sintraelecol en la que los dirigentes de hoy, no pueden ser inferiores ni al legado histórico, ni a los compromisos presentes, como tampoco a las dificultades que nos deparará el futuro.
Bucaramanga, junio 27 de 1995