{image}http://www.eldia.co/images/stories/270410/001.jpg{/image}Después de su gira oficial por Washington, el Ministro de Industria y Comercio, Luis Guillermo Plata, viajó a Canadá con el objetivo de proseguir las negociaciones llevadas a cabo por representantes de ambos gobiernos, donde se buscaba la entrada en vigencia de un Tratado de Libre Comercio –TLC – entre ambos países.
En esta visita, el funcionario colombiano se reunirá con diferentes círculos empresariales de Canadá, así como legisladores y otros funcionarios políticos cercanos al gobierno de Ottawa, para que ayuden a la implementación reglamentaria del acuerdo base aprobado por el Comité Permanente de Comercio Internacional de dicho país.
Al igual que en Estados Unidos, un sector de la clase política canadiense se opone a una aprobación de dicho acuerdo, debido a la política laboral de nuestro país, así como la constante violación de los derechos humanos por parte del gobierno de Álvaro Uribe.
No sabemos a ciencia cierta, cual es el interés del gobierno nacional de seguir buscando acuerdos bilaterales con diferentes países del mundo, si esta comprobado que el desarrollo económico y social de las naciones no se basa en el comercio internacional, sino en el fortalecimiento de los sectores económicos internos, tal como la industria y la agricultura.
Congresistas del Polo Democrático y el Partido Liberal, han denunciado lo nefasto que resultaría para la economía nacional, la entrada en vigencia de tantos TLCs, en especial, los adelantados con Estados Unidos y la Unión Europea.
Respecto al TLC adelantado con los Estados Unidos, es poco probable su aprobación antes de que finalice el gobierno de Uribe, debido a la postura del Partido Demócrata de no aprobar dicho acuerdo hasta que se vean avances reales en materia de Derechos Humanos en nuestro país.
La situación es diferente con el acuerdo comercial adelantado con la Unión Europea, donde se espera que sea ratificado por el Parlamento Europeo a finales de mayo. Lo paradójico de este TLC, es que varios sectores económicos del país, se oponen a la aprobación de dicho Tratado.
Esperamos que el próximo habitante de la Casa de Nariño, tenga como política económica, el fortalecimiento del mercado interno y el aumento de la demanda interna, verdaderas estrategias para sacar al país de la recesión económica en la que esta, y no continuar buscando la aprobación de tanto TLCs, los cuales solo atentan contra la actividad productiva.