El país necesita introducir en la regulación aspectos que permitan desarrollar el sector eléctrico, tanto en fuentes alternativas renovables como en tecnología, dice la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez.
Las leyes de servicios públicos domiciliarios y energía eléctrica (142 y 143 de 1994) cumplen 25 años en 2019 y el Gobierno prepara una transformación energética que será incluida en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), que busca poner el sector al día con las nuevas tecnologías. “Lo que nos hizo exitosos en estos 25 años no es lo que nos va a hacer exitosos en los próximos 25 y en este Gobierno vamos a preparar esa agenda de transformación energética”, señaló la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez.
“Cuando usted se siente excelente, su camino a la mediocridad ya empezó”, dice la ministra recordando una frase del escritor Jim Collins. “Eso no es lo que podemos dejar que nos pase en el sector eléctrico”, indicó la funcionaria al recordar que, según el Consejo Económico Mundial, Colombia tiene la sexta matriz energética más limpia del mundo porque produce el 70 % de su generación con hidráulicas, pero al mismo tiempo es uno de los veinte países más vulnerables al cambio climático.
“Nosotros nos tenemos que proteger frente a esa vulnerabilidad. Somos vulnerables porque al producir el 70 % con hidroeléctricas nos pone al frente de una paradoja: por ser muy limpios estamos muy expuestos”, sostiene la funcionaria.
En el Plan Nacional de Desarrollo hay una agenda importante para incorporar estos temas dentro del marco regulatorio y con la CREG se plantea una agenda para 2019 que va a incluir medición inteligente, mercado intradía y participación de la demanda. “La innovación en el sector eléctrico está muy alta y eso es en beneficio para el usuario”, afirma la ministra.
El país necesita introducir en la regulación aspectos que permitan desarrollar fuentes alternativas renovables y en tecnología en el sector eléctrico. El revolcón que espera dar el Gobierno en el sector eléctrico va a comenzar en el primer trimestre de 2019, pues la funcionaria destacó que “vamos a dar inicio a una misión energética, porque esa misión lo que va a hacer es analizar el futuro y ayudarnos a generar esa transición para una transformación energética”.
Suárez reconoció que el país tiene en las leyes 142 y 143 “unos cimientos muy importantes y tenemos que pararnos sobre ellos y asegurarnos de que tienen la actualización necesaria para la nueva tecnología que hoy es una realidad: blockchain, big data e inteligencia artificial. Nosotros tenemos una estructura que nunca pudo prever eso”. Colombia tiene que hacer esa transición durante estos cuatro años.
La ministra acaba de participar en el congreso de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) que se realizó en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos). Allí se dio cuenta de que Colombia tiene una gran oportunidad de negocios con el desarrollo de las energías alternativas como solar y eólica. “Lo más inspirador de IRENA fue ver la inmensa oportunidad que tiene Colombia en el mapa global en el tema de energías renovables alternativas, y las posibilidades que hay en la generación de empleo porque las (energías) alternativas producen más empleos que las tradicionales y se presenta la oportunidad de hacer una mayor equidad de género y mayor inclusión al ritmo que entran las energías alternativas”, explicó.
Sol y agua
El potencial de energía solar y eólica que tiene Colombia hace que el interés crezca entre los inversionistas del mundo. Según estudios de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), el potencial solar de La Guajira es de unos 42.000 megavatios (MW), en tanto que el eólico es cercano a 15.000 MW. Si se suman el potencial solar y eólico de La Guajira serían 57.000 MW, un poco superior al potencial hidroeléctrico del país: 56.000 MW.
“La gran oportunidad tiene que ver que cuando se presenta un fenómeno de El Niño hay más luminosidad en La Guajira y eso permite que esas fuentes alternativas complementen y diversifiquen nuestro sistema”, resaltó la ministra Suárez. Sin embargo, reconoce que el país está rezagado en la introducción de esas energías frente al resto del mundo.
Ante este panorama, este Gobierno se ha propuesto incorporar al menos 1.500 megavatios de generación alternativa con solar y eólica. Eso se buscará con un programa de transición energética que comienza con subastas sucesivas; la primera será el 26 de febrero de este año. Hay bastante interés para esta primera subasta para proyectos que tengan la posibilidad de entrar en generación en 2021. En el segundo semestre de este año está programada una segunda subasta para iniciativas que entren en generación en 2022. “Vemos interés tanto de generadores presentes en el mercado colombiano como de nuevas compañías de Estados Unidos, España, Noruega y Chile”, dijo la funcionaria.
El 28 de febrero se realizará la subasta de expansión, que busca la participación de aquellos proyectos que tienen la capacidad de generar a partir del 1° de diciembre de 2022, buscando de alguna manera que haya suficiente energía disponible a partir de ese año, pero hay incentivos para los proyectos que se anticipen un año. En esa subasta de expansión participarán hidroeléctricas, térmicas y fuentes de energías alternativas y se otorga cargo por confiabilidad. En las dos ofertas se estiman inversiones de US$1.300 a US$1.800 millones.
La ministra de Minas y Energía destacó que el sector eléctrico está preparado para atender la demanda de energía de los colombianos durante el fenómeno de El Niño. Sin embargo, advirtió que “aunque estamos preparados, ahorrar energía y agua es la mejor manera como los colombianos podemos contribuir al cambio climático y a prevenir cualquier situación que se pueda presentar”.
Fuente: www.elespectador.com