No cesa la lucha de los deudores de crédito de vivienda Upac – Uvr contra las entidades financieras, un nuevo episodio se registra de nuevo, desde el jueves 10 de enero del presente año el Comité Nacional Upac – Uvr, decidió declararse en resistencia civil y tomo la resolución de cese de pago de los créditos de vivienda que están vigentes, dado que el gobierno nacional y la corte Constitucional no han hecho caso verdadero a sus demandas y por el contrario la angustia de perder sus viviendas esta latente día a día.
Según el Vocero del Comité, la sentencia de la Corte Constitucional solo beneficia a los usuarios que le iniciaron el proceso antes del 2000, esta medida solo beneficia a unos pocos y la gran mayoría de deudores no queda amparado bajo esta sentencia del ente judicial.
Es preocupante la situación que viven 800 mil familias, las cuales están a punto de perder su vivienda porque en los tribunales, los jueces no están acatando la decisión tomada por La Corte en beneficio de los Bancos y del sistema financiero, que no contento con quedarse con la plata de los colombianos, quiere quedarse ahora con sus viviendas.
Entre las razones que dan los deudores que están a punto de perder sus vivienda están las altas tasas de interés de los créditos hipotecarios, la s nuevas condiciones laborales y el desempleo, es decir, persisten los mismos problemas que influyeron en la crisis de 1998, y en la actualidad la cartera de morosidad de los banco s esta aumentando, lo que puede catalogarse como un síntoma para una posible recesion económica.
Esta nueva lucha que libran los deudores hipotecarios se suman a las familias que han usado la fuerza para no ser desalojados de sus viviendas, a aquellos que han marchado desde ciudades intermedias a Bogota para exigir revisión a sus créditos, esperando una respuesta favorable del gobierno a sus demandas.
Vemos claramente que las decisiones que se toman en los órganos de dirección del Estado, están encaminados es a proteger única y exclusivamente a la Banca publica y privada que actúa en el país y no pensar en la mayoría de colombianas, que ve en su imaginario de bienestar poseer una casa propia, la cual en este país, casi siempre se logra es a través del préstamo hipotecario.
Ojala el gobierno nacional, el Congreso y La Corte Constitucional formularan o diseñaran un nuevo plan para la adquisición de vivienda en nuestro país, donde no se termine pagándole a la banca hasta 3 o 4 veces el valor del préstamo, hacer créditos con tasas de interés bajos (reguladas por el Estado), con sanciones a los Bancos que no quieran desembolsar para este tipo de créditos, con cuotas moderadas y plazos razonables.
Por el momento, se hace urgente reestructurar los créditos hipotecarios de las 800 mil familias colombianas para beneficio del país, por un lado, las familias no perderían sus casas, por otra parte, la banca no vería sus activos convertidos en inmuebles sino en liquidez de dinero lo que evitaría una recesion económica por fallas del mercado financiero.
Esperemos como continua esta nueva lucha entre los deudores hipotecarios y la Banca.
Es preocupante la situación que viven 800 mil familias, las cuales están a punto de perder su vivienda porque en los tribunales, los jueces no están acatando la decisión tomada por La Corte en beneficio de los Bancos y del sistema financiero, que no contento con quedarse con la plata de los colombianos, quiere quedarse ahora con sus viviendas.
Entre las razones que dan los deudores que están a punto de perder sus vivienda están las altas tasas de interés de los créditos hipotecarios, la s nuevas condiciones laborales y el desempleo, es decir, persisten los mismos problemas que influyeron en la crisis de 1998, y en la actualidad la cartera de morosidad de los banco s esta aumentando, lo que puede catalogarse como un síntoma para una posible recesion económica.
Esta nueva lucha que libran los deudores hipotecarios se suman a las familias que han usado la fuerza para no ser desalojados de sus viviendas, a aquellos que han marchado desde ciudades intermedias a Bogota para exigir revisión a sus créditos, esperando una respuesta favorable del gobierno a sus demandas.
Vemos claramente que las decisiones que se toman en los órganos de dirección del Estado, están encaminados es a proteger única y exclusivamente a la Banca publica y privada que actúa en el país y no pensar en la mayoría de colombianas, que ve en su imaginario de bienestar poseer una casa propia, la cual en este país, casi siempre se logra es a través del préstamo hipotecario.
Ojala el gobierno nacional, el Congreso y La Corte Constitucional formularan o diseñaran un nuevo plan para la adquisición de vivienda en nuestro país, donde no se termine pagándole a la banca hasta 3 o 4 veces el valor del préstamo, hacer créditos con tasas de interés bajos (reguladas por el Estado), con sanciones a los Bancos que no quieran desembolsar para este tipo de créditos, con cuotas moderadas y plazos razonables.
Por el momento, se hace urgente reestructurar los créditos hipotecarios de las 800 mil familias colombianas para beneficio del país, por un lado, las familias no perderían sus casas, por otra parte, la banca no vería sus activos convertidos en inmuebles sino en liquidez de dinero lo que evitaría una recesion económica por fallas del mercado financiero.
Esperemos como continua esta nueva lucha entre los deudores hipotecarios y la Banca.