La actual revaluacion que sufre el dólar, mantiene en el escepticismo a los empresarios del país, que ven diariamente una disminución en sus ganancias, donde lo más drásticos es que la baja del dólar no para, sino continúa en caída libre.Para controlar la caída de la Bolsa Norteamericano, La Reserva Federal puso a circular millones de dólares en el mundo entero, lo que aumenta la liquidez mundial y presionara medidas de devaluación de la moneda estaudinense.
Los países se verán enfrentados a 2 posibles situaciones, la primera es aceptar la liquidez y afrontar las medidas devaluacionistas del dólar o adoptan políticas monetarias y fiscales para evitarlas, donde los primeros tendrán que afrontar un incremento del déficit de cuenta corriente y los segundos tendrán que vérselas con presiones inflacionarias y recesivas,así lo manifestó el economista Eduardo Sarmiento.
Esta crisis norteamericana no parte de cero para enfrentarle, las crisis de los años 90, donde se vieron involucrados los países asiáticos, Latinoamérica han dejado lecciones importantes para enfrentar una nueva turbulencia del mercado y la preocupación para enfrentar la crisis caerá necesariamente en evitar la revaluacion y por ende evitar el incremento del déficit de cuenta corriente, debido a que un aumento exagerado de este puede traer consecuencia fatales para cualquier país.
Hasta este punto todo va bien, el problema para aplicar dicha medida se presenta si el país presenta déficit en cuenta corriente avanzado, porque el saneamiento de este puede llevar a una contracción de la actividad económica del país.
En el caso particular de Colombia, la situación es compleja, por un lado, la actual política del Banco de la Republica para controlar la inflación de aumentar las tasas de interés esta contrayendo nuestra economía y si le sumamos medidas de choques para evitar la revaluacion el resultado será una vertiginosa caída de la actividad productiva nacional debido a que el alza de interés sumado a una entrada de capitales han generado una burbuja financiera, en la cual podemos salir mal parados.
Aunque nuestra economía no se ha ido a pique, las actuales perdidas de nuestras empresas manufacturas en la bolsa y el escepticismo que acompaña a los ganaderos, floricultores y demás empresas exportadoras nos da un indicio de la enfermedad que atraviesa el aparato productivo local.
Por tanto, nos enfrentamos a una situación bastante negra, donde la salida es tratar de aplicar nuevas políticas debido a que las tradicionales llevan 20 años de fracaso, tanto en Colombia como en el mundo entero, debido a la forma en como esta planteada la estructura económica mundial donde han fallado todos los supuestos monetarista que los rigen.
Es por eso, que llamamos a nuestras autoridades locales a buscar soluciones reales que nos lleve a salir firmes de la crisis, y no a aplicar formulas dogmáticas que no han servido.
Los países se verán enfrentados a 2 posibles situaciones, la primera es aceptar la liquidez y afrontar las medidas devaluacionistas del dólar o adoptan políticas monetarias y fiscales para evitarlas, donde los primeros tendrán que afrontar un incremento del déficit de cuenta corriente y los segundos tendrán que vérselas con presiones inflacionarias y recesivas,así lo manifestó el economista Eduardo Sarmiento.
Esta crisis norteamericana no parte de cero para enfrentarle, las crisis de los años 90, donde se vieron involucrados los países asiáticos, Latinoamérica han dejado lecciones importantes para enfrentar una nueva turbulencia del mercado y la preocupación para enfrentar la crisis caerá necesariamente en evitar la revaluacion y por ende evitar el incremento del déficit de cuenta corriente, debido a que un aumento exagerado de este puede traer consecuencia fatales para cualquier país.
Hasta este punto todo va bien, el problema para aplicar dicha medida se presenta si el país presenta déficit en cuenta corriente avanzado, porque el saneamiento de este puede llevar a una contracción de la actividad económica del país.
En el caso particular de Colombia, la situación es compleja, por un lado, la actual política del Banco de la Republica para controlar la inflación de aumentar las tasas de interés esta contrayendo nuestra economía y si le sumamos medidas de choques para evitar la revaluacion el resultado será una vertiginosa caída de la actividad productiva nacional debido a que el alza de interés sumado a una entrada de capitales han generado una burbuja financiera, en la cual podemos salir mal parados.
Aunque nuestra economía no se ha ido a pique, las actuales perdidas de nuestras empresas manufacturas en la bolsa y el escepticismo que acompaña a los ganaderos, floricultores y demás empresas exportadoras nos da un indicio de la enfermedad que atraviesa el aparato productivo local.
Por tanto, nos enfrentamos a una situación bastante negra, donde la salida es tratar de aplicar nuevas políticas debido a que las tradicionales llevan 20 años de fracaso, tanto en Colombia como en el mundo entero, debido a la forma en como esta planteada la estructura económica mundial donde han fallado todos los supuestos monetarista que los rigen.
Es por eso, que llamamos a nuestras autoridades locales a buscar soluciones reales que nos lleve a salir firmes de la crisis, y no a aplicar formulas dogmáticas que no han servido.
