El B20 (organizaciones empresariales de los países del G20) y el L20 (organizaciones sindicales de los países del G20) expresan su profunda preocupación por la gravedad de la situación económica mundial: los trabajadores y las empresas se enfrentan a la inestabilidad del mercado mundial, así como a la agudización del desempleo
y la incertidumbre del mercado de trabajo, y las perspectivas económicas no auguran ninguna mejora. Por ello, queremos aprovechar la oportunidad de que los temas sociales figuran en la agenda del G20 para llamar la atención de los Gobiernos sobre algunas cuestiones de capital importancia en las que han desarrollado una visión común.
La crisis económica, social y financiera ha creado de hecho un espacio para la discusión de los retos que configuran el mercado de trabajo y la protección social en una perspectiva comparativa entre los países del G20. Creemos que un intercambio adecuado de puntos de vista en el G20 entre los interlocutores sociales y los Gobiernos puede ayudar a abordar estas cuestiones, y también ayudar a los países no pertenecientes al G20 a desarrollar políticas encaminadas a abordar la situación del empleo en todas sus dimensiones. Instamos al G20 para que conceda prioridad a estos temas con el fin de reducir el desempleo y evitar el riesgo de que una proporción cada vez mayor de la población pierda confianza en la economía global. Con ello, nos hacemos eco de la contribución que la Organización Internacional de Empleadores y la Confederación Sindical Internacional han hecho al debate que actualmente tiene lugar sobre estos mismos temas en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).