Frente al hecho más grave que ha sucedido en Sintraelecol en los últimos 15 años, la respuesta ha sido la “SOLIDADIDAD”, con la presencia, la protesta y el repudio de los trabajadores y representantes de organizaciones sindicales y populares en las calles de Manizales.
Un atentado directo y ya típico del ESMAD, División de una Institución civil del estado creada supuestamente para preservar la seguridad, integridad y vida de los ciudadanos, tiene hoy con graves lesiones e internado en una clínica de Manizales a nuestro compañero Oscar Arturo Orozco Sánchez.
Esta acción no ha sido aislada, hace parte de una sistemática persecución sindical y una política institucional de exterminio de las Organizaciones y sus dirigentes, aparentemente orientadas por la clase política y desde las instituciones regionales del estado, presunción que hacemos por las declaraciones públicas anteriores y actuales del gobernador de Caldas Julián Gutiérrez y del alcalde de Manizales Jorge Enrique Rojas, en las que a priori hacen juicios de valor y señalamientos al movimiento Sindical y particularmente a SINTRAELECOL, a quien de manera ambigua acusan de conductas típicas que encuadrarían en la sedición o el terrorismo; como también por las amenazas veladas que hace en la mañana del día de los hechos viernes 10 a Oscar Arturo y al Sindicato la Secretaria del Gobierno Municipal Paula Andrea Sánchez y sus posteriores declaraciones.
Nunca antes, frente a hechos como estos se había visto en Manizales una manifestación que colmara por la calle 22 el centro de la ciudad, desde la plaza del salón de convenciones “Fundadores” hasta la Plaza “Bolívar” de esta ciudad. La marcha, que fue encabezada por Liliana su esposa, Daniela y Mariana sus hijas, Doña Nelly y Don Oscar sus padres, y que seguíamos de cerca Directivos Nacionales y Seccionales acompañados de una multitud orientada por organizaciones sindicales, ONGs, e instituciones, que expresaron y recogieron con rabia y dolor pero sin odios, todas las manifestaciones de repudio y reivindicación, ante esta acción que debe ser pulcramente investigada, inventariada y procesada, para que salga a la luz la verdad y las responsabilidades.
En SINTRAELECOL debemos tener clara la gravedad de la situación, esta brutal agresión contra un ícono de nuestra organización y de la CUT y una figura regional de las luchas populares, que lidera un profundo conflicto laboral en el país contra la tercerización y por la estabilidad contra EPM, hace parte de acciones y amenazas concatenadas que ya se dan en otras seccionales y que obligan a todos nuestros afiliados y especialmente a sus directivos a integrarse francamente con los mayores esfuerzos y de manera integral en las acciones y la defensa institucional del Sindicato y sus dirigentes.
Debemos decir también, que en esta faena hubo grandes ausentes, entre ellos la empresa CHEC y su Administración, que además no permitió la posibilidad de participación de muchos trabajadores a los que les negó el permiso debido, lo que nos permite colegir sobre su real preocupación.