En aras de evitar la dispersión entre las 12 organizaciones sindicales que existen en el Grupo EPM, se presentó ayer en Medellín el Comité de Unidad Sindical (CUS).
Aunque no se trata de una nueva asociación, sí es una política sindical que busca la unidad de acción, manteniendo autonomía entre cada uno de sus miembros. Su reto es aterrizar a un acuerdo marco los compromisos del Pacto Global firmados por la empresa, garantizando condiciones laborales frente a la tercerización y a la privatización.
“Esto lo hacen la mayoría de multinacionales que respetan derechos laborales mínimos, con posibilidad de proteger a sus trabajadores no vinculados directamente”, dijo Pablo Emilio Santos, presidente de Sintraelecol Nacional (Sindicato de Trabajadores de la Energía Eléctrica de Colombia), una de las asociaciones sindicales del Grupo EPM.
Según cuentas sindicales, esta multilatina tiene 16.000 trabajadores contratados de planta, de los cuales 10.000 son afiliados a las diferentes asociaciones y otros 35.000 son tercerizados, sumando los siete países donde tiene operaciones (ver Qué sigue).
El CUS propende por tener una agenda común, que disminuya la rotación laboral, la presión por sobrecarga de actividades e igualdad de con condiciones contractuales, de acuerdo con Edinson Pinto Flórez, presidente de Sintraelecol Bucaramanga.
Un ejemplo de desigualdad es la de un “liniero” de redes que en la filial de Norte de Santander gana 1,8 millones de pesos al mes, pero en la filial del Quindío, ese mismo cargo lo pagan a 980.000 pesos.
Por su parte, Ricardo Arango, vicepresidente de Desarrollo Humano de EPM, consideró relevante la creación del CUS y confirmó la participación corporativa en su agenda .