El Banco de la República ha venido subiendo las tasas de interés para bajar la liquidez y así minorizar la presión que existe frente al dólar, el interés ya va en el 9,75 por ciento.
La reevaluación que se viene presentando, ha llevado a que autoridades económicas como el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, vengan adoptando diferentes medidas por parte de las autoridades económicas del país para frenar la pérdida de valor del dólar.
Entre las medidas adoptadas por el Ministerio de Hacienda, fue poner freno al ingreso de los capitales de portafolio, a través del incremento de impuesto de 40% a 50% así como también aumentó el tiempo de permanencia mínimo a estos mismos capitales de 6 meses a 2 años.
El Banco de la República por su parte, encargado de controlar la inflación, ha incrementado la tasa de interés que ya llegó al 9.75% con el fin de bajar la liquidez (dinero circulante) a través de la promoción del ahorro, y el desestímulo del crédito. Ésta medida, permitirá que el dólar gane mayor paridad y se frene su caída. Al mismo tiempo, esta medida puede contribuir con el control de la inflación.
Sin embargo, los precios de los alimentos parecen ser inmunes a esas medidas o quizá para estas autoridades económicas no sea interés específico en controlar esta alza de precios, que solo en el mes de mayo según las cifras del DANE subió dos puntos porcentuales. Esto se puede ver reflejado en las últimas declaraciones de José Darío Uribe, gerente del Banco de la República, para quien las alzas de los alimentos se van a controlar solo más adelante y que se debe solamente a una situación coyuntural.
Sin embargo, es importante recordar que el alza de los alimentos, es una situación que viene afectando a muchos países alrededor del mundo y que ya viene amenazando con hambruna, impulsado en gran parte por la destinación de tierras a cultivos de agro-combustible que han disminuido la oferta de alimentos, factor que impulsa el crecimiento de los precios.
Entre las medidas adoptadas por el Ministerio de Hacienda, fue poner freno al ingreso de los capitales de portafolio, a través del incremento de impuesto de 40% a 50% así como también aumentó el tiempo de permanencia mínimo a estos mismos capitales de 6 meses a 2 años.
El Banco de la República por su parte, encargado de controlar la inflación, ha incrementado la tasa de interés que ya llegó al 9.75% con el fin de bajar la liquidez (dinero circulante) a través de la promoción del ahorro, y el desestímulo del crédito. Ésta medida, permitirá que el dólar gane mayor paridad y se frene su caída. Al mismo tiempo, esta medida puede contribuir con el control de la inflación.
Sin embargo, los precios de los alimentos parecen ser inmunes a esas medidas o quizá para estas autoridades económicas no sea interés específico en controlar esta alza de precios, que solo en el mes de mayo según las cifras del DANE subió dos puntos porcentuales. Esto se puede ver reflejado en las últimas declaraciones de José Darío Uribe, gerente del Banco de la República, para quien las alzas de los alimentos se van a controlar solo más adelante y que se debe solamente a una situación coyuntural.
Sin embargo, es importante recordar que el alza de los alimentos, es una situación que viene afectando a muchos países alrededor del mundo y que ya viene amenazando con hambruna, impulsado en gran parte por la destinación de tierras a cultivos de agro-combustible que han disminuido la oferta de alimentos, factor que impulsa el crecimiento de los precios.