En Colombia más de un millón y medio de familias siguen sin cumplir su sueño de tener casa propia y cerca de 800 mil hogares son habitados sin las condiciones adecuadas. Es en este escenario de necesidad donde, según la Cámara Colombiana de la Construcción, aprovechan los constructores piratas para engañar a las familias más pobres.




La presidenta de Camacol, Beatríz Uribe, dijo que las alcaldías y gobernaciones deberían de dejar de construir para dedicarse más a la vigilancia de los proyectos y erradicar estos engaños a los usuarios. El gobierno informó que al año se construyen 115 mil viviendas, pero admitió que siguen haciendo falta cerca de 85 mil proyectos para cubrir el déficit habitacional.

El viceministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, reconoció que a pesar de los esfuerzos se siguen presentando en forma recurrente los engaños a los compradores, pero explicó que el gobierno lanzó una ofensiva con las autoridades para perseguir a los constructores piratas.

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