{image}http://eldia.co/images/stories/101210/001.jpg{/image}"Rechazamos la política de favorecimiento hacía los monopolios transnacionales y exhortamos al Gobierno Nacional a no vender, ni emitir más acciones de Ecopetrol" señala la CUT en un comunicado sobre la iniciativa oficial de vender otro paquete de acciones.
La central estima que el el equipo económico del gobierno de Santos continúa desarrollando políticas neoliberales, aumentando las gabelas al capital inversionista transnacional, es el caso de la venta del 20% de las acciones de la otrora estatal petrolera, hoy Empresa Colombiana de Petróleos S.A.
"Se engaña al país hablando del 10% de capitalización, es decir, que están emitiendo acciones y no vendiendo parte de la empresa y que el otro 10% para infraestructura vial, sí es privatización y requiere aprobación del Senado", aclara la CUT.
Recuerdan que la industria petrolera es una de las más rentables del mundo, y ponen los ejemplos de Exxon y Petrobras, dos de las tres empresas de mayores utilidades y valor en el mundo, "pero la determinación del ejecutivo es seguir minimizando las inversiones estatales y continuar entregando esta riqueza natural a los monopolios transnacionales".
Ecopetrol nace en el año de 1951 como empresa del Estado, después de la huelga patriótica de la Unión Sindical Obrera en el año de 1948, encargada de administrar los hidrocarburos y sostener el autoabastecimiento de combustibles al país.
"Después de 60 años ese esfuerzo y patrimonio de los colombianos se feria con el pretexto de invertir en infraestructura de transporte para facilitar la salida de las materias primas y el ingreso de productos y mercancías extranjeras", se dice en otro aparte de la declaración.
La CUT enfatiza que "en Colombia la rentabilidad de Ecopetrol ha estado ligada a la renta del petróleo y el gas, y a la maniobra oficial de cobrarles a los consumidores los combustibles al precio internacional, en lugar de los costos de producción y refinación locales, siendo que somos autosuficientes"
Los combustibles son los más costosos comparados en Latinoamérica, después de Brasil, esto ha conllevado al incremento desmesurado de la canasta familiar por las alzas permanentes en el transporte. Si tenemos en cuenta el 13% y el 19% de incremento de los combustibles (Gasolina y ACPM, respectivamente), la oferta del salario mínimo del 2.5% es irrisoria.