{image}http://eldia.co/images/stories/040111/003.jpg{/image}Debido a la crisis humanitaria que vive Colombia por causa del invierno, el gobierno colombiano decidió prorrogar los impuestos de patrimonio y el 4 por 1000, cuyo recaudo estará destinado para ayudar a todos los damnificados, los cuales pasan los 2 millones de personas.
Si nos colocamos de parte de las víctimas, las medidas anunciadas por el gobierno resultarían una burla, porque el impuesto al patrimonio tiene como cuota de imposición máxima un 4.8% y una cuantía mínima de mil millones de pesos, con lo cual se estima que el gobierno recaudaría 800 mil millones de pesos por año, cifra irrisoria porque se necesitan 10 billones de pesos para atender la emergencia invernal.
Resulta sorprendente la propuesta del presidente Santos de vender acciones de Ecopetrol para atender la emergencia invernal, y aunque la vida de los colombianos damnificados es primordial en estos momentos, es inaudito vender los activos más rentables del país para arreglar una crisis de estas dimensiones.
Se ve la ineficiencia del estado colombiano para enfrentar emergencias de gran índole, al no tener un buen recaudo tributario porque e dieron varias prebendas a los más ricos del país, ahora toque vender el patrimonio nacional y de paso seguir gravando a los más pobres.
Otro problema de la crisis, tiene que ver con el destino de las ayudas, porque actualmente el presidente Santos habla únicamente de la reconstrucción, pero la emergencia invernal abarca aspectos sanitarios, alimentarios, laborales, los cuales han sido relegados y son de vital importancia para el bienestar de los damnificados.
Las fuertes lluvias del invierno dejaron entrever la corrupción política y económica de nuestros dirigentes, porque independientemente de la furia invernal, si las obras de infraestructura y protección se hubiesen hecho bien, los estragos habrían disminuidos considerablemente.
Es hora de quitar las prebendas dadas a los empresarios colombianos y colocar impuestos progresivos, donde los que más ganan aporten más a la consolidación de las arcas del estado, no pueden los pobres seguir cargando todo el peso tributario para salvar al país, incluso cuando se presentan crisis como la invernal.