Apenas ha pasado un mes de este año y el pánico en materia económica en Colombia es general, de las alegrías de fin de año y el aterrizaje suave predicho en enero, se ha pasado a un clímax de incertidumbre y de nerviosismo.
 
Los empresarios reunidos en el Congreso Gremial Nacional, manifestaron su preocupación por un incumplimiento en las metas fijadas para este año, dado el panorama oscuro en el comercio internacional y la inflación interna, la cual tiene en jaque a más de una compañía.

El preocupante digito que tuvo la inflación en el mes de enero dejo preocupado a todos, en especial al Ministro de Hacienda, el cual planteo congelar el precio de los alimentos como medida para frenar las variaciones en los precios.

Otra situación preocupante, se debe al aumento de las importaciones debido a una insuficiencia en la producción nacional para satisfacer la demanda de consumo de los hogares  y empresas colombianas, si a esto se le suma la revaluacion, el resultado es un aumento del déficit comercial, el cual tiene que ser cubierto con deuda.

Un tema esencial es el gasto publico, muchos analistas en materia económica concuerdan que el gasto publico se reduce o se congela, sino la confianza para invertir en el país será mínima, dado que el déficit en cuenta corriente tiende a aumentar y cuando llegue a los niveles del 4% del PIB (lo cual esta muy cerca), se puede hablar de una economía local en recesion.

De la crisis con Venezuela no ha mucho que decir, mientras esta no se supere, los empresarios colombianos verán cerradas las fronteras del hermano país para sus productos, pero con Estados Unidos se sigue pensando una aprobación del TLC, pero la bancada demócrata del Congreso propuso un aumento en la Atpdea hasta el 2009, esto nos muestra claramente como una señal de no aprobación del TLC por el momento.

El gobierno nacional esta preocupado por el retraso en la venta de las 5 electrificadoras departamentales, dado que no contara con los recursos  necesarios para seguir ejecutando su programa de infraestructura regional y según los ministros de Hacienda y Minas y Energía, este retraso en las obras viales parara la competitividad regional y por ende la del país.

Por su parte, La Junta Directiva del Banco de la Republica tiene el problema de la inflación donde tiene que tomar decisiones rápidas respecto a esta variable, pero tiene el problema al usar las tasas de interés, dado que un aumento de  estas pueden provocar una entrada masiva de capitales al país de carácter especulativo, lo cual llevaría a una perdida de la riqueza nacional y a una devaluación del dólar mas rápida, esto llevaría a poner el grito en el cielo por parte de los empresarios que verán reducidas sus ganancias.

Y los trabajadores colombianos aunque  no canalizamos los problemas al nivel de los empresarios, ni del Banco de la Republica y mucho menos del gobierno nacional, si nos preocupamos porque el dinero no nos alcanza para comprar lo necesario para la existencia, no es cierto que un aumento proporcional a la inflación en el salario ayude al mejoramiento de las condiciones de vida, y día a día se hace inevitable la angustia de no tener dinero para cumplir las exigencias mínimas que se tienen en la vida..

En síntesis, nadie la tiene fácil, pero se puede estudiar mejores modelos económicos donde todos ganemos, porque la apertura económica no ha servido para nada en el país, a excepción de quebrar nuestras industrias, privatizar nuestras empresas y hacerles ganar cuantías enormes al sector financiero.


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