Todos los agentes económicos del país, mostraron su desacuerdo o apoyo a la Junta Central del  Banco de la Republica,  por la decisión tomada de subir las tasas de interés para controlar la inflación.
 
Mirando el asunto desde el terreno de la política monetaria, el Banco ha actuado bajo las dinámicas que la ley colombiana le manda, y el único mecanismo que tiene para controlar la inflación es el manejo de las tasas de interés; obviamente hay más variables económicas que afectan la actividad productiva como la tasa cambiaria, control de capitales; pero es el mantenimiento del poder adquisitivo de los colombianos que el Banco Emisor o mejor su junta debe cumplir a cualquier  precio.

Mirando la actividad productiva en su conjunto, la situación es mas compleja; los manejos de la tasa cambiaria (revaluacion y devaluación de la moneda local)  y entrada de capitales resultaran afectados por dicha decisión, cuyos movimientos en el mediano plazo pueden afectar la economía local, así se cumpla la meta de inflación.

Lo que resulta insólito, es por qué el afán de mantener una inflación dentro de la meta trazada, si por espacio de 8 o 9 años, la meta de inflación nunca se cumplió y en dicho tiempo no se perdió la confianza de inversión en el país, y cuando paso no fue por el incumplimiento de dicha meta.

Además, analizando la forma en que el Dane recoge la información para medir la inflación, nos damos cuenta que existen dos grupos: el de productos volátiles y el de no volátiles; en el primer grupo encontramos los productos primarios y básicos, los cuales por lo general se demandan todos los días y una escasez o abundancia de estos pueden alterar los precios. El segundo grupo por no ser tan demandados no generan inflación ni presiones inflacionarias diariamente, y analizando este grupo por separado, se encuentra que están dentro de la franja de inflación; por tanto el grupo que genera inflación es el de los alimentos y la única salida para que esto no pase, es sembrar mas alimentos o importarlos para evitar las presiones inflacionarias, aunque esta solución es mejor que subir la tasa de interés, dicha medida generaría un verdadero conflicto de intereses.

Aunque Colombia es un país urbano, la mayoría de Senadores y Representantes de la Cámara son puestos por el sector rural y no precisamente para defender los derechos de los campesinos, sino los intereses de los grandes dueños de la tierra, es decir de los terratenientes; además del senado, debemos acordarnos que el Presidente Uribe es un representante de este grupo de presión.

Por eso importar alimento al país para evitar la inflación no se ha podido hacer, porque una competencia de estos productos podía quebrar las ganancias de dichos señores y aunque en teoría se puede importar lo que quiera, los controles  de fitosanitaria que hace el ministerio de agricultura para aprobar las importaciones son muy rigurosos y pocos son los productos que pueden entrar al país.

 Aunque se siga subiendo la tasa de interés, los alimentos debido a la escasez tenderán a presionar dicha variable, así que los únicos caminos para detener un alza de los precios es invertir en la agricultura mucho mas, o importar alimentos, porque toca dejar de utilizar las tasas de referencia del Banco Emisor porque el coletazo de la crisis norteamericana llegara para mediados de años a Latinoamérica  y es mejor que este no sea tan fuerte.







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