El alto crecimiento del índice de precios al consumidor (IPC) del mes de mayo, que llegó al 0.93% por el crecimiento en los precios de los alimentos que fue de 2.25%, obligó a técnicos del Banco de la República a cambiar las cifras estimativas de inflación, tasas de interés y tasas de cambio.
 
Inicialmente, se proyectaba que el porcentaje de inflación del año iba a ser del 4,7 por ciento. Pero solamente en los 5 primeros meses, esa cifra ya va en 5,3 por ciento, rebasando ampliamente el estimado inicial, de  esta forma, se reformularon nuevamente las proyecciones que ahora son de 5 y 5,5.
Sin embargo, la nueva propuesta sigue siendo muy ilusoria si tenemos en cuenta que solo en un mes el crecimiento casi llega a un punto.

La inflación creciente se acusa a los problemas internacionales que se siguen teniendo con los vecinos, a la crisis mundial de alimentos y a la situación invernal que se viene presentando. Pero también, hay que tener en cuenta que las alzas corresponden en buena medida a haber remplazado muchos de los cultivos de alimentos por los de agrocombustibles.

Sin embargo, la tasa de inflación no ha sido la única que se ha modificado en cuanto a su proyección, el crecimiento inflacionario ha llevado a que se reconsideren las proyecciones de la tasa de interés que depende de la tasa de inflación.

De esta forma, no solo vienen  incrementando los precios de los alimentos, sino que los créditos se harán más difíciles de conseguir, porque también serán más caros como medida para parar la liquidez.

Otra medida que fue tomada para parar la liquidez y balancear la tasa de cambios fue subir el depósito no remunerado a las inversiones de portafolio o capitales de golondrina.

Sin embargo, no parece que la inflación pueda ser parada fácilmente, afectando gravemente al sector popular que es donde se manifiesta con mayor fuerza el alza de alimentos.


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