En el Naya conviven indígenas Nasa, Eperara Siapirara, afrocolombianos y campesinos en medio de una región que presenta una de las biodiversidades más ricas del país, objeto de interés por parte de los megaproyectos y narcotraficantes.
Es a mediados de los 90 que en esta región del país comenzaron los cultivos de coca orientados hacia el narcotráfico, hecho que cambió las dinámicas sociales en la región, pues el narcotráfico impuso sus reglas. Los narcotraficantes querían controlar los territorios y las rutas de está parte del Pacifico colombiano. Es en este contexto que se inscribe la masacre del Naya.
Posteriormente Herbert Veloza fue extraditado a los Estados Unidos y las investigaciones contra el General Francisco Rene Pedraza y el Coronel Tony Vargas quienes fueron mencionados como colaboradores de los paramilitares fueron archivadas.
Por esta razón un grupo de afectados, en días pasados realizaron un acto conmemorativo para recordar a las victimas en la ciudad de Popayán. En el acto de manera simbólica se sembraron 34 plantas. Hoy se sigue exigiendo verdad.