{image}http://www.eldia.co/images/stories/020610/004.jpg{/image}Los resultados electorales del 30 de mayo ponen en entredicho, una vez más, el sistema electoral Colombiano. Un primer elemento que despierta sospechas lo constituye la amplia diferencia entre las predicciones de las encuestas y los resultados electorales., Mientras que el promedio final de las encuestas fue de un 35.7% a favor de Santos, su resultado electoral fue de 46.56%, por su parte Antanas Mockus obtuvo un 34.6% promedio en las últimas encuestas, mientras el real tan sólo fue de 21.49%.
Lo mismo sucedió con Gustavo Petro de quien se esperaba 5.7% y llegó a 9.15%, y con Germán Vargas Lleras de quien se esperaba 3.9% y alcanzó 10.13%. La diferencia está más allá del margen de error, por lo que los datos muestran una anomalía difícil de explicar si se toma en cuenta solamente la dinámica de la intención de voto.
Un segundo elemento que hace dudar de los resultados electorales es la reunión sostenida por el Candidato del Partido de la U Juan Manuel Santos, y Aurelio Irragori hijo- exfuncionario de la Registraduría e hijo de un barón electoral del departamento del Cauca fundador del Partido de la U- con el Presidente del Sindicato de la Registraduría, 48 horas antes de las elecciones. Al respecto se pronunciaron en ese momento los candidatos Rafael Pardo, Germán Vargas Lleras y Gustavo Petro, quienes manifestaron su extrañeza por la reunión entre el director de un partido contrario a los Sindicatos y el presidente de un sindicato sensible para los resultados de los comicios.
Vargas Lleras, a quien no se pude acusar de extremismo de izquierda, se mostró extrañado por esta reunión celebrada en un momento en que los candidatos están concentrados en afinar detalles de sus campañas, atender a los principales dirigentes, y responder a los medios de comunicación. El sindicato de la Registraduría afilia a 400 registradores municipales quienes tienen la responsabilidad de recibir los formularios E-14, donde quedan consignados los resultados electorales por mesa de votación que serán trasmitidos a la sede central de la Registraduría.
Daniel Bohorques, presidente del Sindicato de la Registraduría, había sido mencionado en un confuso hecho en Nocaima, su pueblo natal. En ese entonces, el presidente del Sindicato de la Registraduría definió el nombramiento y traslado del Registrador Municipal pocos días antes de las elecciones. El candidato ganador a la Alcaldía lo hizo por un estrecho margen, lo que alimentó las dudas sobre la legitimidad de estas elecciones.
Por otra parte, también resultan sospechosos los ataques de hackers a la página web de la Registraduría en las elecciones de Congreso en el mes de marzo, las cuales contribuyeron a desordenar el proceso de escrutinio en estas elecciones. Al parecer la intención de los ataques fue sabotear el proceso de escrutinios más que intentar modificar los resultados, Caracol Radio informó en su momento que se investiga la denuncia de que 25.000 ingresos el día de las elecciones parlamentarias provinieron de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional. Queda en el aire la pregunta ¿quien y para que, levantó esta cortina de humo?
Contrario a lo que puede creerse, la sistematización del proceso de escrutinio no garantiza su transparencia, por el contrario hace los comicios susceptibles a métodos electrónicos de fraude en la transmisión de los datos. Al respecto cabe preguntarse ¿Qué pasa si los hackers no están fuera del sistema sino dentro?, en este caso es factible la instalación de programas llamados “demonios” que pueden agregar cierta cantidad de votos durante el proceso de transmisión de los datos.
Además abundaron las denuncias de formas más tradicionales de constreñimiento al elector, como la compra de votos a cambio de dinero o subsidios, por citar un ejemplo, el programa Familias en Acción tiene en este momento más de 2 millones de beneficiarios. Lo anterior pone en duda la legitimidad de los comicios celebrados el 30 de marzo.
El candidato del partido Verde parece haber sido víctima del perverso juego del establecimiento, que a través de su maquinaria mediática lo catapultó como el candidato más deseable para las personas que buscan un cambio político, lo cual logró con unas propuestas tibias en temas sociales y de derecha en el plano económico y político. Lo mismo había sucedido previamente con el candidato Gustavo Petro quien fue promovido por estos factores de poder como la propuesta “moderada” dentro del Polo Democrático.
Petro, con la mejor intención, intentó moverse al centro del espectro político como estrategia para ganar electores, lo que no resultó acertado porque se desdibujó ante sus electores de izquierda sin ganar con ello la aceptación por parte de los electores de “centro” y de derecha, bombardeados desde hace mucho tiempo por los medios de comunicación con postulados reaccionarios.
Posteriormente Petro dejo de ser promovido por el establecimiento como “Alternativa de Cambio”, siendo reemplazado por Antanas Mockus quien el 30 de mayo comprobó con amargura que no era el dueño de los factores reales de poder en el país. Las supuestas alternativas de cambio fueron víctimas de un juego con el que la derecha buscó legitimar la elección de un representante de la derecha más reaccionaria.
En conclusión, con estas elecciones queda comprobado que desdibujar un programa de izquierda con el fin de captar más electores no es el camino que lleva a la victoria, por el contrario la coherencia política es un activo valioso, máxime si se entiende que la tarea consiste en trabajar desde la base para cambiar las condiciones reales de poder.
Por lo anterior, la izquierda debe concentrarse en realizar un trabajo que vaya más allá de lo electoral, acompañando al pueblo en la lucha por el mejoramiento de sus condiciones de vida, y elevando el nivel de conciencia respecto a la situación del país. Es necesario entender que ante la capacidad de manipulación por parte de la derecha del sistema electoral, las vías para lograr cambios que beneficien al grueso de la población pasan necesariamente por la lucha social.