{image}http://www.eldia.co/images/stories/020610/005.jpg{/image}Faltando 2 meses para terminar su segundo mandato presidencial, Álvaro Uribe aprobó un decreto recientemente el decreto 1700 de 2010, el cual tiene algunas disposiciones relacionadas con la protección y seguridad de los  ex-   presidentes y ex-vicepresidentes del país.

El decreto reglamenta  que el estado colombiano y las fuerzas armadas deben velar por la integridad física de los  ex-presidentes y ex-vicepresidentes, sus cónyuges, sus hijos, y sus respectivas familias.

La Policía Nacional, El Ejercito Nacional y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS),  suministraran los elementos  de seguridad necesarios, tales como medios de transporte, equipos de comunicación, armamento, entre otros,  para garantizar de manera efectiva la seguridad de los ex-presidentes.

Igualmente, La Policía Nacional, tendrá que brindar  como mínimo 2 escoltas permanentes tanto en la residencia y lugar de trabajo a cada ex –presidente y ex-vicepresidente, además, si la situación lo amerita, a cada familiar se le podrá asignar  el servicio de seguridad, dado un estudio de riesgo. El servicio de escolta, podrá contar con personal de otras fuerzas de seguridad,  cuando las circunstancias  lo aconsejen.

Lo insólito del decreto, es que  los funcionarios de la Policía Nacional y del DAS asignados como permanentes en los servicios de escoltas, recibirán una bonificación del 30%  de su asignación básica mensual, esta bonificación no representa  factor salarial.

Igualmente, los ex-presidentes, los ex-vicepresidentes y sus familias podrán utilizar las instalaciones administrativas, hospitalarias, sociales y recreativas de las fuerzas Militares y de la Policía Nacional,  cuando así lo requieran.

No entendemos, porque debe  brindársele acceso a las instalaciones de las Fuerzas Militares y de manera gratuita a dichos personajes y sus familias, cuando estos gozan de una pensión  e ingresos demasiados altos.

Los colombianos tienen que pagar una carga tributaria excesiva para mantener las finanzas del estado, y ahora el Presidente Uribe quiere que  mantengamos a su familia con nuestros propios  dineros.

Aunque el aspecto de seguridad es pasable solamente para los ex-presidentes y ex-vicepresidentes, el gobierno debe derogar dicho decreto, porque profundiza la desigualdad social  en el país y es una burla para los  30 millones de colombianos que viven en la línea de pobreza y miseria, los cuales no tienen para comer ellos  y ahora tendrán que mantener  a 10 familias de las mas ilustres del país.

 


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