{image}http://www.eldia.co/images/stories/060710/005.jpg{/image}Tras la renuncia del gerente de la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, justificada por una mejor oferta laboral en el sector privado, suenan versiones ligadas a la solicitud de renuncia desde la administración distrital debido a su deficiente gestión y al escándalo de Aguas Kapital, empresa del grupo Nule.
El Ingeniero civil de la Universidad Javeriana, Jorge Enrique Pizano Callejas, de tendencia liberal, anunció su retiro de la entidad, después de una gestión cuestionable que puede identificarse como un debilitamiento de la empresa.
Según fuentes consultadas por eldia.co, trabajadores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, el saliente gerente deja a la empresa en situación de déficit económico debido a; la falta de una política comercial y de recaudo, perdida de grandes usuarios como Bavaria, despido masivo de trabajadores con alta formación técnica, factores que han hecho retroceder a la empresa en su calificación. En pocas palabras “la empresa esta gastando más de lo que tiene”, sostuvieron los trabajadores.
El escándalo de Aguas Kapital del Grupo Nule, tiene que ver con una serie de irregularidades como la alteración de documentos de la sociedad Aguas Kapital, entre otros temas.
Este controvertido grupo, cuyos miembros tienen su origen en una familia de políticos y empresarios costeños, dueños del conglomerado de más de 30 empresas que controlan multimillonarios negocios estatales de agua, energía y construcciones de obras de infraestructura.
Con todo lo anterior se ha puesto en el ojo del huracán el tema de la presencia en la contratación del Grupo Nule, debido a los incumplimientos de sus obligaciones. Actualmente afronta pleitos judiciales con entidades públicas y privadas que van desde los dineros de la Dirección Nacional de Estupefacientes y de regalías, embargos de maquinarias, hasta demandas por demoras en las ejecuciones de millonarios contratos de obras de TransMilenio que lo ha puesto al parecer camino hacia la insolvencia e iliquidez, lo que pone sobre la mesa la transparencia y la corrupción en los procesos de contratación pública en detrimento del interés público.