{image}http://eldia.co/images/stories/221210/003.jpg{/image}Con apenas el uno por ciento de los 2.484 cables revelados por Wikileaks, dirigidos por la embajada de EE.UU. en Colombia a Washington, Uribe aparece cada vez más al desnudo.
Todos los cables, así el ex presidente diga que “todo eso ya se sabía”, lo muestran como un agente servil de los intereses norteamericanos en la región y ordenador de una política contra los intereses de los colombianos.
Pero quizá lo más grave sea la información que da cuenta de los llamados falsos positivos como política de Estado y que tarde que temprano deberá conducir a Uribe a las cortes internacionales.
Un oficial del ejército colombiano admitió al Embajador norteamericano que las las ejecuciones extrajudiciales de civiles perpetradas por las fuerzas armadas eran habituales durante el Gobierno de Álvaro Uribe.
De acuerdo con los cables, el general Carlos Suárez le dijo a William Brownfield, ex diplomático norteamericano, que los “falsos positivos”! en Colombia eran fenómenos generalizados en la nación.
El texto agrega que el General de las Fuerzas Armadas del país, Oscar González, se oponía a que estas ejecuciones fueran investigadas e intentaba intimidar a los testigos para que no declararan.
En lo telegramas diplomáticos, Suárez indica que Uribe medía el éxito militar en ''términos de muertos'', cuestión que minaba la legitimidad del Ejército y creaba una falsa ilusión de triunfo.
Y ara engañar y evitar su trámite en el Congreso, acordaron decir con los norteamericanos que las bases militares de EE.UU. no eran bases.
Durante las negociaciones del acuerdo militar con dicho país, el presidente Álvaro Uribe y su ministro de Defensa Juan Manuel Santos afirmaron que el acuerdo no era para instalar bases militares. También dijeron que, por ser un desarrollo de convenios ya existentes, no debía ser aprobado por el Congreso.
Sin embargo, los cables diplomáticos publicados por Wikileaks demuestran que ambos funcionarios sabían que el tratado sí era de bases militares y que tenía que ser aprobado por el Congreso. Para mentirle al país, acordaron con el gobierno estadounidense darle al acuerdo una redacción con la que pudieran engañar a los colombianos.
Así lo demuestran los cables diplomáticos publicados por Wikileaks. El 12 de noviembre de 2008, el embajador Brownfield le dijo al Departamento de Estado: “Estos altos funcionarios del gobierno colombiano (Uribe, Santos y Bermúdez) han dicho que el acuerdo debe evitar el uso de la palabra ´base´, debe ligarse a un tratado bilateral o multilateral anterior para evitar su trámite en el Congreso colombiano y debe otorgar derechos de acceso al gobierno colombiano”.
El fallo de la Corte Constitucional que anuló el acuerdo militar señala que el tratado “involucra nuevas obligaciones para el Estado Colombiano.
Otro cable de la Embajada deja mal al presidente Santos. En esa época, la postura más afín a los intereses estadounidenses, según el cable, la defendía el actual presidentes, de quien dice: "favorece una relación militar más robusta" con los estadounidenses. En uno de los subtítulos “Dinámicas del equipo de gobierno colombiano, divisiones”, el cable da cuenta de diferencias entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, a la cabeza de Jaime Bermúdez, y el Ministerio de Defensa, a cargo de Santos.
“Esperamos que haya tensiones entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Defensa sobre el acuerdo - con el Ministerio de Relaciones Exteriores está más preocupado por no enemistarse con los vecinos de Colombia y está más sensible a cuestiones de la soberanía nacional, y el Ministerio de Defensa, en general, favorece una relación militar más robusta con los EE.UU”, dice el cable.
Y qué hablar del cable que revela que Uribe si tenía en sus planes penetrar en Venezuela para capturar a mandos guerrilleros lo que negaba en público tras haber pedido perdón tres veces al presidente Correa por bombardear Ecuador el 30 de marzo de 2008.
Ello hubiera ocasionado una guerra en la región y para ello Uribe y Santos, como describe otro cable, habían pedido a EE.UU. Establecer un puente con los norteamericanos para el suministro de armas como paso en la guerra de Yon Kipur en 1973, cuando los israelís derrotaron a egipcios y sirios gracias a dicho punte de suministros bélicos.
