{image}http://eldia.co/images/stories/140111/013.jpg{/image}Pocas familias colombianas como la de los Mayuza, entregada a la política desde la izquierda, ha sufrido una peor tragedia: los cuatro  varones  han sido asesinados y las tres hermanas  padecido injustamente la cárcel.

José Lenin, de 51 años, el último de ellos,  fue acribillado por sicarios a las 5.50 de la tarde del 31 de diciembre de 2010, en la Tuluá, Valle, donde trabajaba  como dependiente de un comercio. En 1986 había sido electo, con una altísima votación, como concejal de la Unión Patriótica.

Los Mayuza se habían asentado desde los años 60  en el Meta, huyendo de la violencia. Todos, Salomón, Alexander, Luis, José, Carmen, Blanca Nieves y Janeth, se vincularon a las luchas populares en la región de Vistahermosa.

Cuando nace la Unión Patriótica en 1985, siendo muy jóvenes, no dudan un instante en vincularse al movimiento convencidos de que era una real alternativa política en el camino de la renovación del país.

Carmen Mayuza, dirigente de Anthoc,  el sindicato de trabajadores de clínicas y hospitales,  seccional Cundinamarca, lo expresa así: “Con este nuevo crimen, el de José Lenin, se reafirma la persecución a toda mi familia buscando su total exterminio por el delito de habernos comprometido en la defensa de los interese de nuestro pueblo”.

“Cuando los grupos paramilitares, con la complacencia del Estado, se tomaron el departamento del Meta, donde la UP se había convertido en una gran fuerza, en 1988 nos tocó desplazarnos como decenas de miles de familias”, recuerda Carmen con la voz entrecortada y los ojos aguados.

Anota que “primero desaparecieron  a Salomón en 1998, siguieron con Alexander, desaparecido en Bogotá,  torturado y a quien arrojaron en una bolsa descuartizado en 2003. Luego mataron a Luis en Saravena, Arauca, en 2008 donde se había marchado en busca de nuevos horizontes y tras de regresar el exilio”.

“A mí como a mis dos hermanas, Blanca Nieves y Janeth, nos han perseguido y sometidas a la cárcel  por el delito de rebelión. El pasado 16 de diciembre,  un juzgado falló a nuestro favor dejando sin piso las falsas acusaciones  del Estado”, pero enterarnos dos semanas del crimen de nuestro hermano José Lenin”, subraya.

Señala que “mi padre murió hace pocos años de pura pena moral, sobreviviendo su esposa, de 78 años, que ya ha enterrado a sus cuatro hijos varones en un castigo de los enemigos de nuestro pueblo que nunca nos van a perdonar nuestra vocación de lucha y la firmeza en nuestros principios”.

“A nosotros el Estado nunca nos ha dado seguridad a pesar de las reiteradas denuncias de persecución y amenazas que hemos recibido en estos duros años de violencia contra la UP y toda la izquierda”, concluye.


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