{image}http://eldia.co/images/stories/200111/002.jpg{/image}Hoy 20 de enero, la prensa ha dado cuenta que ante un Fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, DIH, el ex comandante del Bloque Cacique Pipintá Nelson Enrique Toro Arcila, alias ‘Fabio’, aceptó haber sido partícipe del homicidio de dos sindicalistas de Caldas.
“Los dos compañeros, Hernán de Jesús Ortiz Parra, vicepresidente del Sindicato de Educadores Caldenses, Educol, y José Robeiro Pineda Galeano, quien integraba el Sindicato de Trabajadores de la Electricidad de Colombia, Sintraelecol, habían ido a Aranzazu, cerca de Manizales a una tarea sindical y allí fueron asesinados por paramilitares”, recuerda hoy para el dia.co., Marino Ramón Largo, fiscal de Sintraelecol.
Añade que “el 12 de abril de 2002, primero fue abaleado Hernán de Jesús en la puerta del hotel, en la plaza de la población y cuando José Robeiro acudió al sitio donde presenció el asesinato de su compañero, los sicarios los persiguieron hasta la cocina del establecimiento dándole muerte también”.
La Fiscalía estableció que los líderes obreros fueron asesinados con balas provenientes de una pistola y de un revólver, que fueron activados por hombres del Cacique Pipintá.
Toro Arcila deberá aguardar la sentencia condenatoria en su contra por los cargos doble homicidio en persona protegida y fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas.
Largo señala que “no hay duda que esta banda paramilitar obedecía órdenes de los enemigos de los trabajadores para aterrorizar al movimiento sindical en su trabajo de organización y lucha en defensa de sus intereses, por eso no basta con las declaraciones de alias Fabio sino dar con el paradero de los autores intelectuales”.
“Acá, aunque últimamente no hayan caído compañeros, las amenazas contra dirigentes son permanentes y hasta pintan grafitis contra nuestras organizaciones en nuestras sedes sindicales”, enfatiza.
El dirigente obrero señala también que “a los sindicatos de Caldas, pertenecientes a la CUT, se nos quiere cobrar nuestra consecuencia con la lucha de los sectores sociales en conflicto como los maestros, trabajadores de hospitales, el gremio de los conductores o los vendedores ambulantes”.
“No vamos a ceder en nuestro propósito de solidaridad y continuaremos en la brega de organizar a los trabajadores de aquellas empresas que no aceptan los sindicatos y cuyos propietarios amedrentan a los compañeros para que no nos reciban”, concluyó.
