Según un estudio de la facultad de administración de la Universidad de los Andes, la política de seguridad democrática, pilar de la gestión de Uribe no ha representado confianza para los inversionistas en Colombia, sino que por el contrario, la confianza ha descendido.

El Centro de Estrategia y Competitividad (CES), centro de estudios adscrito a la facultad de administración de de la universidad de los Andes, ha revelado un estudio en el que concluyen que la política de seguridad democrática, pilar en el que se sustenta el plan de gobierno del presidente Uribe Vélez, justificado que con la implantación de la “seguridad” se lograría una mayor confianza por parte de los inversionistas y con ello un mejor desenvolvimiento económico del país, no ha logrado este objetivo.

Según el estudio, muy al contrario de lo prometido, la política de seguridad democrática no ha generado mayor seguridad a inversionistas sino que por el contrario, los niveles de confianza en el país han descendido dos puntos a nivel internacional.

A pesar de que han corrido ya seis largos años de gobierno Uribe, (que si por voluntad presidencial fuese serían otros cuantos más), en el que un alto porcentaje del presupuesto público es gastado en guerra, los resultados prometidos, aún siguen sin lograrse. Por el contrario, la economía en este momento está pasando por un momento crítico en el que la inflación ya se asegura va tener un crecimiento superior al de los últimos años por cuenta del alza de precios de los alimentos.

Así mismo la tasa cambiaria, no podía estar en su peor momento, la caída del dólar ha sido vertiginosa, factor que ha perjudicado a los exportadores y que ubica al peso colombiano como la moneda más revaluada por lo menos en Latinoamérica, factor que no ha podido ser controlado por las medidas de la política cambiaria que han sido aplicadas.

Esta incapacidad de control a la economía se debe en gran parte a la poca concordancia que hay entre el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda a la hora de adoptar medidas económicas. Mientras que el ministerio adopta una política de restricciones a los capitales inversionistas, el Banco de la República ha subido las tasas de interés que a su vez llama la atención de capitales internacionales.

Sin embargo, si el Banco de la República no toma estas medidas, la inflación seguirá creciendo y junto a la crisis de alimentos que existe a nivel mundial, estaríamos cerca de una crisis humanitaria.

Entonces, ante ese panorama, puede afirmarse que ni la economía ni el país están bien, es hora de analizar si tantas armas, tanta sangre, tanto desplazamiento y guerra en nombre de la seguridad han sido válidos. Así mismo, es pertinente evaluar si el destino de la tierra para agro-combustibles, se justifica cuando la comida; el alimento, ha venido acrecentando sus precios sumando la descomposición del bienestar humano.



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