Hoy toda la atención esta en la decisión vaya a tomar el Banco de la República. Si este sube la tasa de interés para controlar la inflación o la baja para frenar la reevaluación.
La situación económica tiene en este momento al Banco de la República en una encrucijada. Por un lado, la situación de reevaluación, ha hecho que el peso colombiano sea en este momento la moneda más apreciada en Latinoamérica, factor que viene afectando a los empresarios.
Por el otro lado, se ha presentado una situación de inflación bastante alta, jalonada principalmente por el alto costo de los alimentos que solo en el mes de mayo casi llega a los 3 puntos porcentuales, factor que tiene mayor impacto en toda la población.
El crecimiento inflacionario, llevó a que el Banco Central aumentara la tasa de interés a 9.75% , con ello, se restó liquidez favoreciendo la apreciación del peso frente al dólar. A su vez que ha motivado la entrada de capitales extranjeros que también contribuyen a generar mayor reevaluación que a su vez ha venido perjudicando a los exportadores quienes por sus productos han pasado a recibir menos pesos por dólar recibido. Al mismo tiempo los empresarios internos que compiten con productos importados, han empezado a perder competitividad por el mismo abaratamiento de los productos importados.
Esto ha hecho que estos empresarios y el mismo gobierno de Uribe, hayan empezado a hacer presión sobre el Banco de la República para que baje las tasas de interés, con ello permitir una mayor liquidez y frenar la reevaluación al nivelar la paridad dólar peso.
Sin embargo, si el Banco toma esta medida, los exportadores estarán más tranquilos en detrimento de la gente del común que empezarán a ver el crecimiento de los precios de los alimentos y a sentir las implicaciones in-alimentarias que esta situación acarrea. La dificultad está en que la gente del común pese a ser la más numerosa no cuenta con los mecanismos de presión ni con el apoyo del gobierno que la minoría empresarial exportadora si tiene.
Por el otro lado, se ha presentado una situación de inflación bastante alta, jalonada principalmente por el alto costo de los alimentos que solo en el mes de mayo casi llega a los 3 puntos porcentuales, factor que tiene mayor impacto en toda la población.
El crecimiento inflacionario, llevó a que el Banco Central aumentara la tasa de interés a 9.75% , con ello, se restó liquidez favoreciendo la apreciación del peso frente al dólar. A su vez que ha motivado la entrada de capitales extranjeros que también contribuyen a generar mayor reevaluación que a su vez ha venido perjudicando a los exportadores quienes por sus productos han pasado a recibir menos pesos por dólar recibido. Al mismo tiempo los empresarios internos que compiten con productos importados, han empezado a perder competitividad por el mismo abaratamiento de los productos importados.
Esto ha hecho que estos empresarios y el mismo gobierno de Uribe, hayan empezado a hacer presión sobre el Banco de la República para que baje las tasas de interés, con ello permitir una mayor liquidez y frenar la reevaluación al nivelar la paridad dólar peso.
Sin embargo, si el Banco toma esta medida, los exportadores estarán más tranquilos en detrimento de la gente del común que empezarán a ver el crecimiento de los precios de los alimentos y a sentir las implicaciones in-alimentarias que esta situación acarrea. La dificultad está en que la gente del común pese a ser la más numerosa no cuenta con los mecanismos de presión ni con el apoyo del gobierno que la minoría empresarial exportadora si tiene.