El ejemplo de ISA demuestra que las empresas de energía colombianas no necesitan ser vendidas para generar ingresos que respalden la economía del país. Las utilidades de esta empresa de 315.096 millones de pesos conseguidas en este trimestre con un aumento del 73,4 por ciento frente al mismo periodo de 2008 así lo confirman.
El crecimiento se debió al alza de ingresos operacionales en Brasil, en un 6,4 por ciento, con la Compañía de Transmisión de Energía Eléctrica Paulista (Cteep) y de la matriz del grupo Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), beneficiadas además por la tasa de cambio de reales a pesos.
La buena situación repercute además en la planeación de nuevos proyectos de transmisión de energía en América Latina. El grupo ISA tiene empresas en Perú, Bolivia, Ecuador y Panamá. Para el próximo 27 de noviembre participará en la oferta de licitación abierta PET-1-2009 de Guatemala.
Interesante resultado, si se tiene en cuenta que en el 2008 el gobierno estaba reconsiderando nuevamente un proceso de venta de sus acciones, luego que la “Comisión Independiente del Gasto Público” compuesta por personajes como Mauricio Cárdenas Santa María, director Ejecutivo de Fedesarrollo, Armando Montenegro Trujillo, presidente de ANIF, Gabriel Rosas Vega, ex ministro de Agricultura, entre otros, aconsejaran “reducir la deuda pública en $7,25 billones a través de la venta de la participación de la Nación en ISA, equivalente a 56% del capital de la empresa y la venta adicional de acciones de Isagén, equivalentes a 25% de su capital”.
De esta manera esperaban vender sus activos para pagar la deuda y de paso tener mayor grado de inversión extranjera, aduciendo poca rentabilidad de la empresa. Salir de todo lo que corresponda al patrimonio público. En el mismo caso lo justificaron para Isagen en su momento, generadora que para la fecha también registró utilidades por 322 mil millones creciendo en un 73% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Lo cierto es que los resultados económicos de las dos empresas de energía del sector demuestran que es más seguro seguir manteniendo las empresas con el 52% y 57% de Isa e Isagen respectivamente en poder del Estado.
Sin embargo, se pueden utilizar estos resultados para seguir promulgando una privatización total de las empresas y generar unos recursos que no beneficiarán a largo plazo al país, y que en cambio dejarán un mal sabor de boca como el que ya está dejando el proceso de privatización de Isagen.
El crecimiento se debió al alza de ingresos operacionales en Brasil, en un 6,4 por ciento, con la Compañía de Transmisión de Energía Eléctrica Paulista (Cteep) y de la matriz del grupo Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), beneficiadas además por la tasa de cambio de reales a pesos.
La buena situación repercute además en la planeación de nuevos proyectos de transmisión de energía en América Latina. El grupo ISA tiene empresas en Perú, Bolivia, Ecuador y Panamá. Para el próximo 27 de noviembre participará en la oferta de licitación abierta PET-1-2009 de Guatemala.
Interesante resultado, si se tiene en cuenta que en el 2008 el gobierno estaba reconsiderando nuevamente un proceso de venta de sus acciones, luego que la “Comisión Independiente del Gasto Público” compuesta por personajes como Mauricio Cárdenas Santa María, director Ejecutivo de Fedesarrollo, Armando Montenegro Trujillo, presidente de ANIF, Gabriel Rosas Vega, ex ministro de Agricultura, entre otros, aconsejaran “reducir la deuda pública en $7,25 billones a través de la venta de la participación de la Nación en ISA, equivalente a 56% del capital de la empresa y la venta adicional de acciones de Isagén, equivalentes a 25% de su capital”.
De esta manera esperaban vender sus activos para pagar la deuda y de paso tener mayor grado de inversión extranjera, aduciendo poca rentabilidad de la empresa. Salir de todo lo que corresponda al patrimonio público. En el mismo caso lo justificaron para Isagen en su momento, generadora que para la fecha también registró utilidades por 322 mil millones creciendo en un 73% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Lo cierto es que los resultados económicos de las dos empresas de energía del sector demuestran que es más seguro seguir manteniendo las empresas con el 52% y 57% de Isa e Isagen respectivamente en poder del Estado.
Sin embargo, se pueden utilizar estos resultados para seguir promulgando una privatización total de las empresas y generar unos recursos que no beneficiarán a largo plazo al país, y que en cambio dejarán un mal sabor de boca como el que ya está dejando el proceso de privatización de Isagen.