Resulta sorprendente y optimista el anunció del Ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, el cual afirmo que la economía nacional presentara un crecimiento económico alrededor de 2.5% dado el buen comportamiento de algunas variables de nuestra economía.
Aunque no se puede negar que el sistema financiero ha sido muy estable en esta época de crisis, y ha logrado unas ganancias exageradas para el momento que atraviesa la economía nacional, este no puede ser el factor para proponer cifras optimistas, e ignorar la profundidad de la crisis económica que se vive a nivel mundial.
Se le olvida a nuestro querido ministro de Hacienda, que la balanza comercial colombiana depende principalmente del comercio que mantiene nuestra nación con Estados Unidos y Venezuela, y en estos momentos la incertidumbre en ambos mercados es latente.
Acaso, nuestras autoridades nacionales no ven como ha aumentado la cartera vencida de créditos en los bancos durante el último año, además de las cifras de empleo, la reducción de la construcción, incluso, la caída del sector industrial del país.
Las cifras colombianas, mostradas por el DANE, muestran una economía muy débil, lo que no quiere decir que con unas buenas políticas se pueda fortalecer, pero es que la crisis mundial nos ha pasado factura y de paso las políticas económicas tomadas por el gobierno del país en vez de robustecer la actividad productiva, la han puesto a tambalear.
No se puede creer que con reformas tributarias, reformas fiscales, reformas monetarias, en fin en reformas, podamos ir sorteando la coyuntura económica por la que se atraviesa, es hora de fortalecer la actividad productiva nacional, regional y local.
En vez de andar vendiendo Ecopetrol y otras empresas, se debe fortalecer nuestras empresas, subsidiar la agricultura campesina, se debe buscar una política real de creación de empleos con salarios dignos, desarrollar una política industrial, controlar la tasa cambiaria, entre otras políticas, las que nos ayudaran y sostendrán la economía colombiana en el tiempo por la ruta del crecimiento auto sostenido.
Esperamos que la economía crezca, pero es bastante escéptico, las cifras que se proponen desde la cartera de Hacienda, hay que dejar la fugacidad de la época navideña y mirar concienzudamente la situación del país y no llenar de falsas expectativas a las sociedad colombiana, que si quiero o queremos salir de la situación económica que vivimos.
Se le olvida a nuestro querido ministro de Hacienda, que la balanza comercial colombiana depende principalmente del comercio que mantiene nuestra nación con Estados Unidos y Venezuela, y en estos momentos la incertidumbre en ambos mercados es latente.
Acaso, nuestras autoridades nacionales no ven como ha aumentado la cartera vencida de créditos en los bancos durante el último año, además de las cifras de empleo, la reducción de la construcción, incluso, la caída del sector industrial del país.
Las cifras colombianas, mostradas por el DANE, muestran una economía muy débil, lo que no quiere decir que con unas buenas políticas se pueda fortalecer, pero es que la crisis mundial nos ha pasado factura y de paso las políticas económicas tomadas por el gobierno del país en vez de robustecer la actividad productiva, la han puesto a tambalear.
No se puede creer que con reformas tributarias, reformas fiscales, reformas monetarias, en fin en reformas, podamos ir sorteando la coyuntura económica por la que se atraviesa, es hora de fortalecer la actividad productiva nacional, regional y local.
En vez de andar vendiendo Ecopetrol y otras empresas, se debe fortalecer nuestras empresas, subsidiar la agricultura campesina, se debe buscar una política real de creación de empleos con salarios dignos, desarrollar una política industrial, controlar la tasa cambiaria, entre otras políticas, las que nos ayudaran y sostendrán la economía colombiana en el tiempo por la ruta del crecimiento auto sostenido.
Esperamos que la economía crezca, pero es bastante escéptico, las cifras que se proponen desde la cartera de Hacienda, hay que dejar la fugacidad de la época navideña y mirar concienzudamente la situación del país y no llenar de falsas expectativas a las sociedad colombiana, que si quiero o queremos salir de la situación económica que vivimos.