La actual visita de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos de América, Condoleezza Rice, a Colombia, trata de mostrar a la opinión publica el apoyo de La Casa Blanca al gobierno nacional en momentos decisivos para el país como es el intercambio humanitario y la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC), el cual es prioridad para los gobiernos de ambos países, haciéndose fundamental el desarrollo del comercio bilateral entre los 2 países.
Decimos que es prioridad de los 2 gobiernos, pero no de la nación como tal, dado que en estos momentos muchos estudios han mostrado lo nocivo que es el TLC para Colombia donde se pone en peligro la soberanía nacional y la seguridad alimentaría del país.
Según Rice, la prioridad de su venida se concentra en los esfuerzos que se deben realizar conjuntamente, para que el Partido Demócrata apruebe el tratado en el Congreso Norteamericano.
Tal como lo hemos dicho siempre, los más preocupados en Colombia que se apruebe este acuerdo comercial son los empresarios colombianos encabezados por el sector textil, que ven preocupados a la competencia centroamericana y peruana, la cual si puede entrar sus productos a Estados Unidos sin aranceles, lo que haría perder competitividad a los productos colombianos.
Entendemos la posición del empresariado exportador nacional, aunque no la compartimos, estos últimos verán disminuir sus ganancias si no se le aprueba el TLC, y esto se podría traducir en cierre de fábricas, despidos a nivel individual y a nivel nacional en un freno para el crecimiento nacional.
Si esta visión cortoplazista es la que alimenta al gobierno nacional para aprobar el tratado bilateral, el cual puede pensar que pueden aumentar el déficit del país en caso de que no se pueda exportar o se contraiga la demanda nacional dejando al país en una situación económica no deseable, el gobierno colombiano esta equivocado si piensan que la salida es el comercio bilateral, mas en estos momentos de crisis en la economía norteamericana.
Hacemos un llamado al gobierno nacional de mirar otros escenarios para aumentarla riqueza nacional que no sea la aprobación de un tratado nocivo para el país, el cual sacara del mercado la industria de alimentos y la agricultura se vera fragmentada, además de la apropiación de nuestras industrias por parte de las multinacionales estaudinenses.
Como dice el Profesor Eduardo Sarmiento, industrialicemos el país, generando empleos y salarios dignos, generando productos de alta calidad, sin descuidar las materias primas, abasteciendonos internamente, creando nuestras propias necesidades, y luego si se quiere, abramos la frontera y entremos al mercado internacional, pero al menos tenemos una economía sólida.
Tal como lo hemos dicho siempre, los más preocupados en Colombia que se apruebe este acuerdo comercial son los empresarios colombianos encabezados por el sector textil, que ven preocupados a la competencia centroamericana y peruana, la cual si puede entrar sus productos a Estados Unidos sin aranceles, lo que haría perder competitividad a los productos colombianos.
Entendemos la posición del empresariado exportador nacional, aunque no la compartimos, estos últimos verán disminuir sus ganancias si no se le aprueba el TLC, y esto se podría traducir en cierre de fábricas, despidos a nivel individual y a nivel nacional en un freno para el crecimiento nacional.
Si esta visión cortoplazista es la que alimenta al gobierno nacional para aprobar el tratado bilateral, el cual puede pensar que pueden aumentar el déficit del país en caso de que no se pueda exportar o se contraiga la demanda nacional dejando al país en una situación económica no deseable, el gobierno colombiano esta equivocado si piensan que la salida es el comercio bilateral, mas en estos momentos de crisis en la economía norteamericana.
Hacemos un llamado al gobierno nacional de mirar otros escenarios para aumentarla riqueza nacional que no sea la aprobación de un tratado nocivo para el país, el cual sacara del mercado la industria de alimentos y la agricultura se vera fragmentada, además de la apropiación de nuestras industrias por parte de las multinacionales estaudinenses.
Como dice el Profesor Eduardo Sarmiento, industrialicemos el país, generando empleos y salarios dignos, generando productos de alta calidad, sin descuidar las materias primas, abasteciendonos internamente, creando nuestras propias necesidades, y luego si se quiere, abramos la frontera y entremos al mercado internacional, pero al menos tenemos una economía sólida.