Fiel a su única función constitucional, La Junta Central del Banco de la Republica decidió aumentar en 25 puntos las tasas de interés internas, debido a las presiones inflacionarias que atraviesa el país.
Esta decisión, tal como lo dijimos la semana pasada dividió al sector económico del país; los principales empresarios dedicados al sector exportador no guardaron comentarios para descalificar esta decisión, y manifestaron que dicha decisión es un atentado directo al crecimiento económico del país y la estabilidad laboral.
Muchos exportadores del país, temen que este aumento en las tasas de interés, tengan como efecto la entrada de capitales golondrinas al país, cuyo resultado seria una revaluacion mas acelerada del peso, y como lo dijimos antes, una revaluacion del peso haría disminuir la tasa de ganancia de nuestros queridos exportadores.
Independientemente del aumento de la tasas de interés, la devaluación del dólar en el mundo es un hecho que nada lo puede detener, debido a la crisis que se vive en Estados Unidos y la mala política monetaria que ha trazado George W. Bush, actual inquilino de La Casa Blanca.
Se ve claramente la posición ortodoxa de La Junta en la ejecución de política monetaria, donde la única vía para detener la inflación es el manejo de las tasas de interés y no plantearse alternativas diferentes a esta, debido a la situación internacional en materia económica.
Una decisión como esta, pensando que la crisis de Estados Unidos no va afectar a Colombia, es una falacia; todo el engranaje económico de las economías avanzadas afectan necesariamente a las economías emergentes así, no sea en el corto plazo, además, los expertos del FMI creen que el coletazo de la economía Estaudinense se hará sentir en las economías emergentes, a mediados de julio.
Es hora de cambiar los cimientos económicos del país; no podemos estar temblando ante supuestas variables, las cuales teóricamente no afectan el mundo real, pero en la práctica no resulta tan cierto y la situación colombiana así lo demuestra.
Muchos exportadores del país, temen que este aumento en las tasas de interés, tengan como efecto la entrada de capitales golondrinas al país, cuyo resultado seria una revaluacion mas acelerada del peso, y como lo dijimos antes, una revaluacion del peso haría disminuir la tasa de ganancia de nuestros queridos exportadores.
Independientemente del aumento de la tasas de interés, la devaluación del dólar en el mundo es un hecho que nada lo puede detener, debido a la crisis que se vive en Estados Unidos y la mala política monetaria que ha trazado George W. Bush, actual inquilino de La Casa Blanca.
Se ve claramente la posición ortodoxa de La Junta en la ejecución de política monetaria, donde la única vía para detener la inflación es el manejo de las tasas de interés y no plantearse alternativas diferentes a esta, debido a la situación internacional en materia económica.
Una decisión como esta, pensando que la crisis de Estados Unidos no va afectar a Colombia, es una falacia; todo el engranaje económico de las economías avanzadas afectan necesariamente a las economías emergentes así, no sea en el corto plazo, además, los expertos del FMI creen que el coletazo de la economía Estaudinense se hará sentir en las economías emergentes, a mediados de julio.
Es hora de cambiar los cimientos económicos del país; no podemos estar temblando ante supuestas variables, las cuales teóricamente no afectan el mundo real, pero en la práctica no resulta tan cierto y la situación colombiana así lo demuestra.