Las condiciones laborales de los maestros desde la entrada en vigencia de las políticas neoliberales aplicadas a la educación vienen siendo empeoradas de manera progresiva. En el caso particular del recorte de transferencias para la educación y la reforma tributaria en este mismo campo, los maestros han salido perjudicados, pues en el caso de ellos cada reforma estructural que se le hace al presupuesto educativo inmediatamente genera otras reformas a nivel de salarios, horarios de trabajo y pensiones.

Con el recorte de las transferencias a las regiones, las lógicas de la posición del Estado ante la educación pasan de ser relaciones de financiación a relaciones subsidiarias en las que al Estado solo le corresponde cobijar a ciertas capas de la sociedad. En este sentido la educación tiene que comenzar a generar sus propios recursos para financiarse y reducir los costos al máximo. Reducir los costos al máximo implica reducir el personal de profesores dejándoles a los maestros restantes una carga académica superior a la que tenían anteriormente con un salario inferior.

El hecho de que una institución tome este tipo de decisiones no solamente implica que hubo una reforma en los fondos para la educación, sino que tiene que haber reformas en otro tipo de estructuras. Para rebajar el salario de un docente hace falta hacer una reforma en el sistema de escalafones, en estas reformas se hace menos factible el ascenso de escalafón y por ende el aumento del salario. Los recortes de personal se realizan con reformas de regímenes pensionales y se presionan a los maestros de régimen antiguo para que salgan lo más pronto posible.

Los procesos de municipalización de la educación que se iniciaron en el gobierno de Samper y posteriormente en el gobierno de Pastrana, centralizaron la educación en las instituciones dejándolas en una lógica económica convirtiendo a las directivas de los colegios en personal administrativo, lo que antes se consideraba como un rector ahora ocupa el cargo de gerente. Desde este punto de vista del neoliberalismo, a la educación le favorece mas generar recursos que trabajar en el campo pedagógico.

El método de desfinanciación por parte de la nación implica responsabilizar a los municipios, padres de familia y otros entes por la educación; a este proceso se le ha denominado “sisbenización” por medio del cual los recursos provenientes de la nación se efectúan através de la capitación; es decir que el Estado ya no responde por la estructura educativa en general, sino por algunos estudiantes en particular, por tal razón el Estado argumenta que hay un monto para cada alumno sin importar que este sea suficiente.

El tema de las transferencias ha desencadenado muchos perjuicios para el sector docente, pues los recursos asignados para la educación han sido insuficientes y por tal razón este problema ha desembocado en otras reformas como es el caso de los escalafones docentes, las reformas pensionales,  el régimen de prestaciones y los despidos masivos pese a que su carga académica se ha incrementado al igual que la sobrepoblación.


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