{image}http://www.eldia.co/images/stories/140710/003.jpg{/image}El profesor Oscar Vanegas Angaria, Director del Centro de Altos Estudios Minero Energéticos, afirmó que la extensión del contrato Cravo Norte quedará en la historia del país como uno de los actos más indignos del gobierno de Uribe Vélez.
El contrato de Cravo Norte se firmó en 1980 entre OXY (Occidental de Colombia) y Ecopetrol, en el marco del mismo se descubrieron 11 pozos con reservas originales superiores a los 1.500 millones de dólares, de las cuales se han producido más de 1.000 millones. El contrato debía terminar en abril de 2008, sin embargo, en abril de 2003, el gobierno de Uribe Vélez lo extendió a perpetuidad, es decir, hasta que se extraigan el total de las reservas.
Esta decisión tiene como antecedente el documento Conpes 3145 de 2003, el cual aconseja realizar una prórroga a los convenios de asociación próximos a terminar. La justificación presentada en el Conpes es que estos pozos requieren inversiones adicionales para aumentar la productividad, las cuales no estarían dispuestas a realizar las empresas que los explotan con las condiciones de tiempo vigentes –terminaciones próximas- dado que no permitirían el pleno retorno de la inversión.
La firma de la prorroga del contrato incluyó condiciones desfavorables para el Estado, como la exoneración a la Oxy de la obligación de vender el crudo a Ecopetrol cuando el país así lo requiera. El gobierno justificó esta decisión aduciendo que el valor presente neto –en dinero del momento- en el caso de hacer la prorroga sería igual a 846 millones de dólares, 94 millones de dólares más de lo que se lograría si la operación la asumía Ecopetrol.
Para realizar los cálculos se debió estimar el valor proyectado del barril de petróleo, la producción actual –en el 2003- y la producción estimada. De acuerdo al profesor Vanegas los valores de estas variables estuvieron mal calculadas desde el principio: el barril de petróleo se proyectó a 25 dólares el barril, cuando a partir de 2005 el barril ha estado en promedio en 63 dólares; la producción inicial se calculó en 85.000 barriles diarios, cuando en realidad era de 95.000; mientras que la producción estimada para 2010 fue de 25.000 barriles diarios, mientras que hoy está en 57.000.
Desde el punto de vista de compromisos, la Oxy le dio a Ecopetrol un bono de 1.6% de la producción total de junio de 2005 a diciembre de 2008, a cambio Ecopetrol entregó a perpetuidad el 36% de la producción total –que vale más de 4000 millones de dólares a precios de hoy-. Lo único que ganó Ecopetrol fue el aumento del 50 al 52% de su participación de junio de 2005 a diciembre de 2008, mientras que perdió a partir de esta fecha el 45% de su participación, considerando que a partir de este momento debía revertirse a su favor la totalidad del contrato. Sin contar con las ventajas que se le concedieron a esta multinacional en el manejo de la infraestructura para almacenamiento y transporte del crudo.
Tomando en cuenta lo anterior el profesor Vanegas se pregunta
Un yacimiento tan noble, casi ideal, con permeabilidades 50 veces superiores a las normales en cualquier yacimiento, que no requiere fracturamiento, ni inyección de agua para recobro secundario por tener un acuífero infinito… ¿Será más rentable para una multinacional que para Ecopetrol?
Será buen negocio para el país entregar a una compañía extranjera un yacimiento que venía produciendo un promedio de 95.000 barriles diarios durante los últimos tres años a la firma de la prórroga?
Lo obvio de las respuestas no deja bien parado al gobierno, por lo anterior el profesor Vanegas concluye que “la extensión del contrato Cravo Norte, quedará en la historia del país, como uno de los actos más indignos del gobierno de Uribe Vélez. Próximamente conocerán otros ejemplos, como la entrega del gas de la Guajira a la Chevron y el campo la Cira - Infantas a OXY Andina”.