{image}http://www.eldia.co/images/stories/061010/003.jpg{/image}Gran revuelo causó en medios sindicales, especialmente en la USO, la información suministrada por Noticias UNO en su emisión del pasado domingo 3, en la que dos paramilitares sostuvieron ante la Fiscalía que Ecopetrol y su socia Ocensa, están implicados en el secuestro del dirigente obrero.

A pesar de la gravedad de los hechos que se remontan a febrero de 2002, es la hora en que Ecopetrol y Ocensa aun no se han pronunciado.

Carlos Guzmán, alias Salomón y Carlos López, cercanos a Martín Llanos, jefe paramilitar del Casanare, relataron ante la Fiscalía que lleva el caso, los pormenores del secuestro de Torres.

Frente Obrero entrevistó a Edgar Mojica, ex directivo nacional de la USO y actual miembro de su Comisión de Derechos Humanos sobre el crimen.

“Gilberto era por ese entonces dirigente de la subdirectiva de oleoductos y trabajaba en la estación Monterrey en el Casanare, que lleva el petróleo a Coveñas. Allí siempre estuvo asediado por los paramilitares que no permitían la presencia de la USO en el Casanare”, relata Mojica.

Añade que “desde que se inicia la explotación del petróleo en esa región a través de contratos de asociación con la British Petroleum y Ocensa, el sindicato fue estigmatizado y hasta un coronel del ejército, de apellido Hernández, declaró que no se nos debía permitir el ingreso pues detrás de nosotros llegaba la guerrilla”.

Sobre el plagio de Torres, comienza diciendo que “la USO acaba de presenciar el secuestro y asesinato de Aury Sará en diciembre de 2001 y los paramilitares estaban empecinados en atentar contra el sindicato en todas partes. A Torres lo capturan en la vía a Monterrey en febrero de 2002 y lo introducen en un vehículo de la propia Ocensa”.

“Las AUC anunciaron que le iban a enjuiciar por ser guerrillero. La USO se moviliza de inmediato, realiza un paro y presiona a nivel nacional e internacional por la liberación de Torres, quien en efecto, es dejado en libertad después de 42 días de cautiverio a una comisión de la Cruz Roja”, repasa Mojica.

“Han sido múltiples audiencias en torno, no solo a este caso, sino a una decena de compañeros, asesinados o secuestrados por los paramilitares, en complicidad con Ecopetrol”, señala.

Denuncia que en estos procesos aparecen implicados los departamentos de seguridad de Ecopetrol y en este caso concreto, el de Ocensa, socia en el manejo del oleoducto Monterrey-Coveñas.

“Los testimonios indican  que personas  de dichos departamentos planearon el secuestro de Torres bajo el argumento que la actividad sindical perjudicaba a las empresas, apoyándose en Martín Llanos, que maneja empresas contratistas de Ecopetrol”, endatiza Mojica.

“Una situación similar ocurrió en Barrancabermeja con nuestro líder sindical, Rafael Jaimes, asesinado por defender los intereses de los trabajadores, crimen que continúa en la impunidad”.

“Sería bueno que ante las nuevas revelaciones y que conocieron los colombianos en la emisión de Noticias UNO el domingo 3 de octubre, Ecopetrol y Ocensa se pronunciaran. Nosotros, por nuestra parte, continuaremos en esta lucha hasta que haya verdad, justicia y reparación”, concluye.

Gilberto Torres tuvo que tomar el camino del exilio, tras sufrir serias secuelas de orden sicológico y físico después de su secuestro.


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