{image}http://www.eldia.co/images/stories/111010/001.jpg{/image}Recientemente, el gobierno nacional vendió la Frontino Gold Mines, ubicada en Segovia, a la multinacional RESOURCES, desconociendo a los trabajadores y pensionados de la mina, quienes eran sus verdaderos dueños.
En 1979, los socios de la Frontino Gold Mines liquidaron la compañía en la ciudad de New York, traspasando los derechos de propiedad a los pensionados y trabajadores activos para cubrir las deudas, transacción que fue radicada en la notaria 9 de Medellín.
Jorge Gamboa, Director del departamento de asuntos minero- energéticos de la CUT, manifestó que la venta de la Frontino, agudiza la situación de la minería en Colombia, porque se pretende eliminar la extracción minera de tipo artesanal y entregárselas a grandes multinacionales y transnacionales.
La multinacional RESOURCES apenas compró la Frontino, despidió los 1700 trabajadores para evitar algún tipo de relación contractual, y los pensionados no saben quien les va a garantizar sus respectivas mesadas.
Actualmente, en el Nordeste antioqueño y en el Sur de Bolívar, se han adelantado el desalojo de múltiples asociaciones de la pequeña minería a favor de las multinacionales, lo cual constituye una violación al derecho al trabajo, y de paso al medio ambiente, porque actualmente no hay controles a la forma como las empresas extranjeras realizan la actividad minera en nuestro país.
Los trabajadores de la Frontino y los pensionado adelantaron un paro cívico, el cual duró 8 días, donde resultaron heridos mas de 50 personas que hacen parte del conflicto laboral y político vivido en Segovia.
Igualmente, la comunidad de Segovia, con los trabajadores de la Frontino están proponiendo un cabildo abierto, donde participen todos los sectores sociales del país, para definir el rumbo de la minería, porque no se puede entregar nuestros recursos naturales a los grandes monopolios, y en compensación recibimos unas regalías irrisorias y el daño de nuestro medio ambiente.
Queda claro, la política económica del presidente Santos , y es desconocer los derechos adquiridos de los colombianos y entregárselos a empresas internacionales, las cuales solo buscan despojarnos de la poca riqueza que aun nos queda.